Mentiras del Hembrismo Radical

Los ignorantes marxistas aficionados solo buscan nuevos métodos de dividir sociedades más allá de simples conflictos económicos.

El marxista cultural niega que él sea un marxista cultural, pero después siguen cacareando como un mántra, una ideología que calza perfectamente con lo que los marxistas culturales han creído históricamente.

Uno de esos mántras es cacarear y examinar lo que esta piara de analfabetos funcionales repiten como loros, la opresión de clases no sólo entre ricos y pobres, sino también con respecto a razas, religiones, familias, géneros y psicología conductual, llevando su marco ideológico aplicándolo en universidades y círculos académicos

Los marxistas culturales son colectivistas en su núcleo. Eso significa que su búsqueda ideológica es la erradicación del individualismo, la libertad individual y grupos basados en la participación voluntaria. Los colectivistas procuran centralizarlo todo.

Esa clase de totalitarismo ha provocado una creciente reacción negativa contra las hembristas, incluso de sub-secciones más inclinadas a la Izquierda. La gente está comenzando a comprender que realmente ya no hay ninguna necesidad del feminismo. Las mujeres ya tienen una protección igual conforme a la ley, y ya tienen igualdad de oportunidades.

La mentira más común usada por las hembristas al argumentar la existencia de desigualdad es lo que ellos llaman "brecha salarial de género", y que ha sido hace mucho tiempo desacreditada. A una mujer que trabaja en el mismo trabajo que un hombre, con el mismo esfuerzo y diligencia, durante las mismas horas, y que no toma la licencia de maternidad o vacaciones suplementarias, se le paga lo MISMO que a un hombre. Y si por alguna razón hay algo equivocado en la contabilidad, hay leyes para castigar a los empleadores que realmente pagan menos a las mujeres por el mismo trabajo. No hay ninguna brecha salarial de género, excepto la que las mujeres crean para sí mismas mediante sus propias opciones de vida.

Ellos pueden llevar puestas máscaras diferentes y explotar retóricas divergentes, pero al final del día, todos pertenecen al mismo clan elitista.