sábado, 7 de junio de 2014

Por Ignaz von Unter den Linden



Los judíos son siempre primero judíos y después... lo demás...Lucien Wolf.

Una cosa verdaderamente maravillosa que Adolf Hitler hizo para la Humanidad a principios del siglo XX fue discernir el judío eterno. Desgraciadamente en sus tiempos el mundo estaba en manos de un judío internacional y masón como era Franklin D. Roosevelt, y de uno de los títeres del judío internacional como lo era el bribón Winston Churchill, para no hablar del judío Lenin que era el apóstol del judío Karl Marx que había predicado el comunismo internacional. Para la Humanidad el siglo XIX había sido el siglo del judío. En el corazón de Europa, en Prusia, en Alemania y en Austria, el judío ya había pasado sobre Bismarck, sobre el Káiser Guillermo II y sobre el Emperador Francisco José. Después de todo esto ¿sería posible que nadie despertara y que el siglo XX fuera también el siglo del judío?.



Después de discernirlo muy bien en Viena, y de estudiar a fondo todas sus maniobras criminales contra la Humanidad, Adolf Hitler, en hora buena y muy tempranamente entre 1910 y 1912, tomó la resolución de despertar al mundo, y curar a la Humanidad de esa terrible enfermedad congénita que se ha venido transmitiendo desde tiempos de Abraham, descendiente de Sem, y que se conoce con el nombre de judío eterno. Llevar en la sangre el germen del judío eterno, hasta donde sabían los alemanes, era una enfermedad incurable que sólo se daba en los ghettos para castigo del género humano.

La Humanidad no supo entender a Hitler, no supo entender el peligro de esta enfermedad que primero degenera completamente la moral de un pueblo o de una nación, y enseguida aniquila. Con la derrota de Adolf Hitler y de Alemania por el judío internacional, el mundo perdió la oportunidad de acabar con el judío eterno, ese cáncer de la Humanidad que salió de Caldea para invadir a Canaán y luego propagarse por todo el mundo. Desafortunadamente el siglo XX también fue el siglo del judío, pero antes de que se acabe es muy importante que el judío internacional de que hablara Henry Ford sea corregido y aumentado. Adolf Hitler hizo en Viena un estudio completísimo del judío eterno. Seguramente el estudio más completo de su tiempo empezando por la Biblia. Ése es el verdadero valor de sus cartas, como lo podrá apreciar fácilmente el lector. Hitler era católico cuando nació y no era un anti-judío congénito como muchos alemanes. El médico de su madre el doctor Edmund Bloch era judío, y él nunca reparó en ello. En Viena cuando pintaba y tuvo que lidiar con vendedores judíos fue que se volvió anti-judío. Y después de tres años de discernir al judío eterno, como nadie lo había hecho antes, con excepción de Johannes Pfefferkorn y Martín Lutero, se volvió con toda razón el anti-judío más grande que ha conocido el mundo después de Henry Ford. (...)


Para Adolf Hitler en tiempos del Imperio Romano hubo dos grandes tragedias del mundo occidental, que tenía como base la cultura greco-romana. La primera fue que los judíos hubieran formado parte del gran mosaico del Imperio, y hubieran podido contaminarlo. La segunda, que el Imperio hubiera sucumbido al cristianismo, que tenía un ancestro completamente judío.

La expansión judía en tiempos del Imperio Romano se debió al hecho de que el judío se pudo convertir libremente primero en el judío errante, y después en el judío eterno del mundo occidental. En la misma forma que el judío repudió inicialmente al gentil [= no-judío] griego o romano en Palestina, así mismo elgentil repudió siempre al judío en Europa, pero el judío siempre supo infiltrar algentil como una plaga. Cuando un judío se movía de un lugar a otro, siempre buscaba allá a otros judíos que inmediatamente lo reconocían como a uno de su misma sangre, y lo recibían en medio de lo que ellos llamaban "un gran sentido de unidad y de solidaridad".


Así en Europa el gentil, un hombre bueno, sano y honrado, acabó siempre en manos del judío malo, usurero y ladrón. Le pasó al mismo Hitler en las calles de Viena.


El judío internacional se incubó en Egipto, en Babilonia y en Judea, pero creció y se desarrolló en Europa, en tiempos del Imperio Romano. Cuando uno mira un mapa del Imperio Romano desde el nacimiento de Cristo hasta el año 359 después de Cristo, en que murió el Prefecto de Roma Junius Bassus, cuyo sarcófago muestra ya la típica influencia judía de la Biblia, queda aterrado de ver cómo los judíos internacionales, desde un comienzo se movieron como hormigas y fueron sembrando de hormigueros judíos todo el Imperio y todo el mundo occidental. Como el cristianismo fue herencia judía desde un principio, ahí iba a la par. Esto prueba que el Imperio Romano no podía ser más tolerante. Esa bondad, esa generosidad y esa tolerancia fueron su perdición. Al judío internacional no se le puede dar cuartel. Hitler fue en extremo generoso y le dio cuartel a los judíos en Alemania y en Europa. Trató de mantenerlos vivos y de alimentarlos hasta el final de la guerra. La prueba es que dos millones de judíos sobrevivieron en Europa a la Segunda Guerra Mundial que el judío internacionalhabía desencadenado. ¿Tuvo el judío Einstein o el judío Truman algún escrúpulo en matar más de medio millón de japoneses (hombres, mujeres y niños) en Hiroshima y Nagasaki entre el 6 y el 9 de Agosto de 1945?. Si Hitler hubiera podido eliminar a tiempo al primero, se hubiera evitado para la Humanidad toda esa tragedia. Al judío internacional no se le puede dar cuartel porque es un criminal nato. Eso ya lo aprendieron los japoneses. (...)

Durante los primeros cien años de la Era Cristiana se establecieron comunidades judías a todo lo largo y ancho del Imperio Romano, especialmente de Este a Oeste en todo el rededor del Mediterráneo. En otros 200 años ya existían muchas que eran muy grandes y agrupaban entre 5.000 y 100.000 judíos, como era el caso de Egipto. Egipto por vecindad e importancia fue invadido muy tempranamente, y los judíos volvieron a Egipto como una verdadera plaga. Hoy día se calcula que Egipto en tiempos de Claudio tenía 100.000 judíos, y de ellos 50.000 estaban en Alejandría. Chipre también muy tempranamente se llenó de judíos. En la Mesopotamia estaban en la parte media del Éufrates, pero en mayor cantidad sobre el Tigris. Toda la costa mediterránea del Asia Menor entre Licia y Cilicia también tenía comunidades judías; Antioquía y Tarso tenían comunidades muy grandes. En Grecia había tantos judíos como en Egipto, y la mayoría estaban en Atenas y Éfeso. Cuando Pablo andaba predicando el cristianismo ya había sinagogas en toda el Asia Menor. Él mismo las utilizaba en sus tiempos. En Italia la mayoría de las comunidades judías se localizaron en el Sur de Italia (Campania, Apulia y Calabria), pero también las había en el Norte (Ravenna y Genua). En Roma en el año 300 después de Cristo se cree que vivían 100.000 judíos. Había una comunidad judía muy grande en Cilicia. En la Galia Narbonense toda la costa mediterránea tenía comunidades judías y la más grande estaba en Marsella (Massilia). La Galia Lugdunense las tenía en Genabum y Vesontío. ¡En Alemania (Germania) ya había judíos internacionales en Colonia (Köln)!.


En el Mediterráneo, España (Hispania) fue una de las más tempranas presas del judío internacional. Toledo (Toletum) era conocida como "la pequeña Jerusalén", y Córdoba (Corduba) tenía todavía más judíos. En África había una comunidad judía grandísima en Cartago, tan grande como la que había en España.


Al principio de la Era cristiana, cuando el Emperador Claudio hizo el primer censo en el año 48 después de Cristo, ya había 7.000.000 de judíos en el Imperio Romano, y la minoría estaba en Palestina.

Nunca se deben confundir las razas con las religiones, lo que ha sido la gran equivocación del mundo. Las razas del género humano son básicamente blanca, negra, amarilla o mongólica, y semita, a la cual pertenece la raza judía. Las religiones son básicamente el vestido con que se puede cubrir o disfrazar cualquier raza, de acuerdo con sus ideas de Dios. Ejemplo: un negro se puede vestir todo de blanco, pero no por eso deja de ser el mismo negro. Un judío se puede vestir todo de cristiano (Protestante o católico) pero no por eso deja de ser el mismo judío. (...)


En tiempos del Imperio Romano el cristianismo progresó en manos de los que llamaríamos judíos conversos, o sea, los que siguieron las ¡deas de Jesús de Nazaret, el maestro de Galilea. En muy corto tiempo la semilla del cristianismo cayó en manos de los gentiles, que sí son las manos del amor, el perdón y la generosidad. La prueba más palpable de esto es que el cristianismo sí quiso defender a los judíos en Alemania, contra el sentir nacionalista de todos los alemanes. Hitler no fue el primer Hitler que tuvo el cristianismo.


El primer Hitler que tuvo el cristianismo fue el Emperador Nerón, que culpó a los cristianos, no sin razón según Tácito, del incendio de Roma. El Imperio Romano quiso extirpar el cristianismo desde el año 60 después de Cristo. La razón fue que lo consideró una secta judía y por lo tanto parte del "problema judío". El segundo Hitler que tuvo el cristianismo fue el Emperador Marco Aurelio. En el año 180 el cristianismo ya tenía miles de mártires. El tercer Hitler que tuvo el cristianismo fue el Emperador Decio, que en el año 250 ordenó no la concentración y prisión de las cabezas de la Iglesia sino la persecución sistemática y la muerte de todos los cristianos. El cuarto Hitler que tuvo el cristianismo fue el Emperador Diocleciano, que en el año 303 ordenó derrumbar todas las Iglesias, confiscar todos los escritos cristianos y poner en prisión a todos los cristianos. El quinto Hitler del Imperio Romano, fue según Hitler mismo, el Emperador Juliano, que rechazó públicamente el cristianismo como religión del Imperio. Juliano el Apóstata. A medida que el cristianismo fue tomando cada vez más fuerza en el mundo occidental, el judío internacional quedó bastante relegado, y los gentiles se olvidaron del judío que estaba más interesado en los mercados que en la religión. En los primeros 500 años de la Era cristiana, el cristianismo se fortaleció a través del martirio, mientras que el judío usurero fue cada vez mejor conocido como tal, pero no tuvo muertes comparables a las del cristianismo en Europa. Por su carácter deshonesto el judío fue considerado como perteneciente a una raza inferior, y los gentiles que habían abrazado el cristianismo se fueron separando cada vez más. Los judíos pertenecían alAntiguo Testamento, los gentiles cristianos pertenecían al Nuevo Testamento. Los judíos eran semitas, los gentiles cristianos no eran semitas. Desgraciadamente la prohibición del matrimonio de unos con otros se violó cotidianamente. El sátiro judío acabó violando a la víctima, que era siempre una mujer gentil. Después de unos 1.500 años eso todavía se vio en Alemania.


En España, la tierra que produjo a los Emperadores romanos Trajano, Adriano y Marco Aurelio, en el año 300 se prohibió a las hijas de gentilescristianos casarse con judíos. El Concilio cristiano de Elvira decretó cinco años de excomunión para los padres que lo permitieran. España fue la primera provincia romana que discriminó genéticamente al judío, porque aunque se bautizara in articulo mortis no podía aspirar a una mujer gentil.

A medida que el Imperio Romano fue declinando para finalmente desaparecer, el cristianismo continuó ascendiendo después de Constantino, y logró conquistar también a sus invasores bárbaros del Norte, los germanos, que tenían una mitología que no tenía nada de semita. Hitler pensaba escribir un segundo libro sobre la religión que adoptaría el Imperio Germánico de Europa. Él creía que para bien del Estado, Alemania debería volver a las bases arias de la mitología teutónica. Esa era la razón por la cual amaba la música de Wagner.


Mientras la llamada institución de la Iglesia Católica persistía en Roma y se erguía entre todas las ruinas, los obispos de Roma heredaron la capital del Imperio. Con la consagración del Papa Gregorio I (San Gregorio) en el año 590, se inició verdaderamente la Edad Media. El Papa Gregorio I sentó incomparablemente las bases inconmovibles de la Iglesia Católica, a la que como organización política Hitler tanto admiraba y envidiaba. Según él, la hizo persistir a través de todos los tiempos. El Papa Gregorio I fue el que se volvió a acordar del judío internacional, el cual, mientras los cristianos sufrían todas las persecuciones y el martirio, permanecía agazapado y callado, acaparando los mercados, especulando y dedicado a la usura. El Papa Gregorio I, que había sido Prefecto de Roma, conocía muy bien lo que eran los judíos, y a pesar de eso los defendió en sus derechos legales cuando los cristianos enfurecidos empezaron a atacar sus sinagogas. Hitler era un gran admirador de Gregorio y lo consideraba el primer verdadero pilar que tuvo la Iglesia Católica. Decía que el canto gregoriano hacía sentir las catedrales góticas todavía más grandes. En Europa la vida monástica de la Edad Media se inició con la fundación del monasterio de Monte Cassino en el año 529, que fue destruído durante la Segunda Guerra Mundial.

En España el judío internacional que había llegado durante el Imperio Romano, el llamado judío sefardita, el de la "pequeña Jerusalén", que venía dedicado holgadamente a la usura, se encontró de un momento a otro en gran peligro con la llegada de los visigodos, y todavía más, con su conversión al cristianismo. El judío sefardita que desde un principio empezó a aborrecer el yugo de los germanos más que el de los romanos, no tardó mucho tiempo en planear la típica traición semita de los reyes visigodos con sus primos hermanos los árabes, que igualmente falsos y semitas no estaban muy lejos. En medio de su expansión y de su guerra santa para difundir el Islam, ya estaban al otro lado de las Columnas de Hércules, en el África del Norte. ¿Habría algo más fácil para el judío traidor que abrirle a los árabes las puertas de España para que acabaran con los visigodos?. Cuando entraron, los cristianos se retiraron completamente hacia el Norte, hacia Asturias, y los árabes le pagaron la traición a los sefarditas (sephardim) dándoles la mitad de todas las ciudades de España. Los árabes pasaron por la cimitarra a los gentiles cristianos, pero a los judíos no los tocaron sino todo lo contrario: como lo habían convenido, los favorecieron. Ésa es la prueba de que todo lo habían manipulado "desde adentro".


El judío siempre ha sido pérfido, falso y el criminal más grande que hay sobre la Tierra. A la cristiandad le tomó casi ocho siglos sacar a los semitas (moros y judíos) de España, cuando ya lo habían contaminado todo. En Alemania decían que en España mil "quemaderos" de la Inquisición, ardiendo día y noche hasta nuestros días, no hubieran podido acabar con todos los "marranos" que antes de morir no hubieran revertido (recaído) al judaísmo. En España la mayoría de los padres de obispos y arzobispos, o sus antepasados, habían sido los judíos de marras. La corte de los Reyes Católicos estaba llena de judíos conversos o "marranos". La reina Isabel así como era de grande era de ingenua, y confundía la raza con la religión. Ella creía que un judío bautizado se ganaba para el Cielo y dejaba de ser judío. ¡Si en Alemania Hitler hubiera dejado convertir a los judíos al Nacional Socialismo (que era una religión), todos los judíos hubieran engrosado las filas del Partido!.

En Alemania el judío internacional en tiempos del Imperio Romano ya había llegado hasta Köln, la colonia romana sobre el Rhin, pero de ahí no había pasado. En tiempos de Carlomagno ya traficaba a todo lo largo del río todos los días. Del lado del Danubio los judíos habían avanzado desde el Mar Negro, y habían navegado río arriba hasta Hungría y Austria. Después de que Carlomagno conquistó y dominó a los sajones fue que apareció en Alemania y en Austria el llamado judío ashkenazi.


La coronación de Carlomagno como Emperador del llamado Sacro Imperio Romano, en Roma, en el año 800, partió la historia de la civilización y de la cultura occidental en dos mitades, y la segunda mitad, del año 800 al año 1600, ya incluyó las cruzadas, el Renacimiento y el descubrimiento de América.


En tiempos del Emperador Carlomagno, el judío ashkenazi, el judío internacional más peligroso que ha existido y existe en el mundo, plagó a Francia, Gran Bretaña, Alemania, Suiza, Austria, Hungría, los Países Bajos, Dinamarca, los Países Escandinavos, Polonia y Rusia. En el centro de Europa el Sacro Imperio Romano fue para el judío ashkenazi lo que el Imperio Romano había sido para el judío en tiempos de Cristo: la catapulta más fatídica, esta vez para el hombre nórdico.


Carlomagno, a quien Hitler defendía, reinó por espacio de 47 años hasta su muerte, y durante todo este tiempo los judíos usureros fueron protegidos, se dedicaron al comercio y nunca fueron molestados. Constituyeron de por sí una clase: ¡la clase de los usureros!. Al judío ashkenazi solamente le interesaban las finanzas, las grandes ganancias y contar cuidadosamente las monedas de oro o de plata, todos los días. Después de transcurridos unos 200 años, alrededor del año 1000 d.C., la malignidad e inferioridad del judío ashkenazi ya estaban completamente establecidas en el centro de Europa; y en todos los reinos, imperios, y en todas las grandes ciudades de caballería de la Edad Media, fueron obligados a identificarse en alguna forma que fuera visible a distancia, y a vivir en ghettos. A partir del año 1000, los judíos ashkenazim, con toda la razón, han sido perseguidos, expulsados o eliminados periódicamente, hasta nuestros días. Ellos para engañar y pasar por mártires ante el resto del mundo se dan un baño de sangre de tiempo en tiempo para ocultar todos sus crímenes. Según ellos, el último baño de sangre se lo habían dado en Rusia antes de que fueran perseguidos en Alemania.

En España los judíos sephardim se empezaron a convertir y a volverse "marranos" desde el año 1146, y esa conversión al cristianismo se sucedió por más de doscientos años hasta 1391, según lo que dice Hitler. A medida que los cristianos iban reconquistando España, la España que los judíos habían vendido, ¡los famosos sephardim se iban convirtiendo!. En el año 1492 cuando se ordenó la expulsión de los judíos de España, la mitad de ellos se dejó bautizar ¡in articulo mortis!. Después del descubrimiento de América gran cantidad de"marranos" pasaron de España al Nuevo Mundo. Más tarde los judíosashkenazim empezaron a invadir Norteamérica. ¡América era un paraíso: nunca había tenido judíos!.


Hitler sabía muy bien que Alemania no estaba sola en la persecución, expulsión y concentración de los judíos. Toda nación que en el pasado quiso limpiar su casa de judíos lo había hecho. Otra cosa es que el mundo ya se hubiera olvidado de eso. Hitler les dio a todos los judíos la oportunidad de abandonar Alemania. No fue culpa de él que ningún país quisiera recibirlos. Una nación soberana tiene todo el derecho de rechazar una plaga cuando se la ofrecen. Eso fue exactamente lo que le pasó a la mayoría de judíos alemanes. ¿Por qué Francia, o Inglaterra, que tenía al Canadá, o Estados Unidos que ya estaba en manos de judíos, no quisieron recibirlos?. Ellos son los verdaderos culpables de que Alemania hubiera tenido que concentrarlos.


Hitler había estudiado muy bien al judío eterno y la suerte del judío en Europa a través de toda la Historia. A partir del año 1000, de acuerdo con sus cartas, se puede resumir así:


― En 1096 los cruzados alemanes decidieron exterminarlos como a los enemigos más peligrosos que tenía la cristiandad.
― En 1099 durante la primera cruzada, cuando los francos tomaron a Jerusalén, decidieron también exterminar a los judíos porque ya estaban conspirando para que no se estableciera allá el reino de los francos, que pensaba defender el Santo Sepulcro como cuna de la cristiandad.
― En 1290 los judíos fueron expulsados de Inglaterra.
― En 1306 los judíos fueron expulsados de Francia.
― En 1349 Nuremberg decidió limpiar la ciudad de judíos y quemó el ghetto con todos ellos adentro.
― En 1349 los judíos fueron expulsados de Hungría.
― En 1355 la ciudad de Toledo en España decidió eliminar 12.000 judíos que eran reconocidos usureros desde tiempos de la "pequeña Jerusalén".
― En 1420 la ciudad de Toulouse en Francia resolvió eliminar a todos los judíos.
― En 1421 los judíos fueron expulsados de Austria.
― En 1492 los judíos fueron expulsados de España.
― En 1495 los judíos fueron expulsados de Lituania.
― En 1497 los judíos fueron expulsados de Portugal.
― En 1502 los judíos fueron expulsados de la isla de Rodas.
― En 1541 los judíos fueron expulsados del reino de Nápoles.
― En 1648, 100.000 judíos fueron eliminados en Polonia.
― En 1727 los judíos fueron expulsados de Rusia.Yo diría que con la expulsión de los judíos de Rusia en 1727 se inició la Edad de Oro del judío ashkenazi en todo el mundo, porque para desgracia nuestra se devolvió para Prusia, para Alemania y para Austria. De ahí pasó a Inglaterra y a Francia, y en seguida invadió Estados Unidos. Todos esos nombres alemanes advenedizos que adoptó el judío ashkenazi se originaron en Prusia, en Alemania y en Austria. Los judíos, como sabemos, nunca tuvieron apellidos. En España se pusieron de apellidos los nombres de los pueblos y ciudades.


En los tiempos que se llaman de la Revolución Industrial en Europa fue cuando el judío ashkenazi encontró el terreno más fértil para poder explotar. Lo que aprendió en Europa, más tarde lo importó a Estados Unidos para querer adueñarse del mundo, como claramente lo demostró Henry Ford en su libro El Judío Internacional (The International Jew) de que trataremos más adelante. Claro está que ese maravilloso libro, la denuncia más clara que jamás se haya hecho de los judíos en los tiempos, fue inmediatamente recogido del mercado mundial de libros por el judío internacional con excepción de Alemania. En Alemania gracias a Hitler se salvó. Adolf Hitler, como hemos dicho, fue el anti-judío más grande del mundo, después de Herr Ford, como él le llamaba. Alfred Rosenberg, el filósofo anti-judío autor de "Die Spur der Juden im Wandel der Zeiten" (El Rastro de los Judíos a Través de los Tiempos), "Unmoral im Talmud" (La Inmoralidad en el Talmud), "Das Verbrechen der Freimaurerei, Judentum, Jesuitismus, Deutsches Christentum" (El Crimen de la Masonería, el Judaísmo, el Jesuitismo y el Cristianismo Alemán), y "Mythus der XX Jahrhunderts" (El Mito del Siglo XX), fue quien hizo traducir al alemán The Internacional Jew, e hizo traducir al inglés The Protocols of the Elders of Zion. Después de que Hitler pudo leer El Judío Internacional, fue siempre un gran admirador de Henry Ford. A tal desfachatez llegaron los judíos en Estados Unidos, que ni siquiera en la Biblioteca del Congreso en Washington D.C. se conservó el libro. Como sabemos, Henry Ford también publicó el periódico anti-judío Dearborn Independent antes de la Segunda Guerra Mundial. En esta parte es donde precisamente haremos conocer nuevamente todo aquello que logró investigar sobre el judío internacional, y la conspiración judía internacional para adueñarse de la industria y del mundo.

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