lunes, 23 de junio de 2014

Sólo Un Camino hacia el Poder Racial

Atacar sólo al judío no será de ninguna manera suficiente para unificar a la gente, debemos abordar el asunto de la raza, antes que nada; además, es sólo por medio de una comprensión de la cuestión racial que la gente va a ser capaz de reconocer totalmente el problema judío, considerando que sería imposible para las diferentes razas trabajar juntas en cualquier término en absoluto sin un respeto mutuo, debemos infundir el orgullo racial en la raza Blanca antes de siquiera pensar en trabajar con otros pueblos para luchar contra el judío.

Como simplemente no hay ningún modo de construír valores, cohesión o fuerza los cuales son necesidades absolutas entre la raza Blanca, aparte de la restitución del orgullo racial y de la conciencia de raza, el restablecimiento del Carácter de Nación Blanca como un ideal es un aspecto inevitablemente necesario de la lucha contra el judío.  Una de las razones más claves de por qué debemos impulsar la cuestión del racialismo y el Nacionalismo Blanco, es que éste es el único título posible en virtud del cual vamos a ser capaces de reparar el orden social Blanco. Nuestra sociedad entera ha llegado a estar tan fracturada, debido a la manipulación judía, que el establecimiento de una doctrina abarcadora y unificadora es absolutamente esencial para nuestra supervivencia. La única doctrina de unificación que probablemente puede esperar tener éxito es una basada en la raza, por cuanto esto habla directamente al alma de la gente, soslayando la programación psicológica judía a la que ellos han estado sometidos durante sus vidas enteras. Otras razas ven al hombre Blanco como patético y débil, y lo han visto así durante un muy largo tiempo. Aunque haya múltiples factores implicados en la debilidad real y aparente de nuestra gente, el asunto central es que hemos sido despojados del derecho a tener orgullo de nosotros mismos y de nuestra herencia. Cada uno de nosotros es la experiencia colectiva y el logro de nuestros antepasados que nos crearon, y tenemos absolutamente el derecho a tener orgullo de esto; todas las otras razas entienden este concepto, y por ello en un nivel primario ellos nos ven como débiles y patéticos por negar nuestra propia identidad. La única manera en que vamos a ser capaces de cooperar en un nivel de respeto mutuo con cualquiera otra raza es por medio de un nivel saludable y natural de racismo.



La gente Negra, por ejemplo, puede oler la cobardía de los hombres Blancos que han sido lavados de cerebro para creer que ellos le deben algo a los Negros. Cuando ellos descubren esto, ellos serán automáticamente incapaces de tener un nivel siquiera básico de respeto para el individuo patético que siente que él le debe algo a un hombre con el que nunca se ha encontrado. El anfitrión de programas de entrevistas Don Imus, que una vez llamó a un puñado de basquetbolistas Negras como "azadones con pañales", después tomó la posición cobarde de "Oh, Dios mío, lo siento mucho; no soy un racista; por favor, estoy muy apenado", cuando tenía a los Negros saltando hacia su garganta, exigiendo que él fuera sacado del aire. Pero el programa radial Truth Militia, en el cual los invitados hablan muy clara y directamente sobre su propia identidad racial y su racismo primordial natural contra la gente Negra, tiene una gran audiencia Negra, y aproximadamente la mitad de la gente que llama son Negros. Ellos pueden comunicarse unos con otros sobre la base de un respeto mutuo.
También tenemos que reconocer la realidad objetiva de que la única gente que tiene la capacidad genética para destruír al judío son los hombres Blancos, dado que sólo nosotros tenemos la forma específica de inteligencia, creatividad y fuerza de espíritu necesarias para confrontar la inteligencia desviada del eterno enemigo genético. Considerando esto, es en nuestra propia comunidad racial en la cual debemos concentrarnos.

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