martes, 10 de junio de 2014

Supremacismo Judío en Hollywood y la distorsión de las Mentes Jóvenes..


Tarantino se ha convertido en un Monumento para la Judería organizada, el supremacismo judío ha envenenado la sociedad a través de su perniciosa influencia en Hollywood, la industria del entretenimiento, los medios de comunicación, la política y la promoción de sistemas de valores que degradan toda moral, estándares y normas.


Diane Feinstein

La versión de los hechos difundida por los medios de comunicación controlados por la Judería es la siguiente: Elliot Rodger era un joven profundamente perturbado, furioso y frustrado por ser incapaz de encontrar una novia, sentimientos que luego le llevaron a odiar a las mujeres. Luego adquirió armas de fuego e inició su campaña homicida.

A esta versión de la historia ahora le ha seguido una llamada a mayores restricciones de las armas de fuego, protagonizada por la senadora judía de California Diane Feinstein, entre otros.

Ésta es, por tanto, la versión oficial de los medios de comunicación. La realidad de esta tragedia es, sin embargo, muy diferente, y un análisis paso a paso de esta cadena terrible de acontecimientos revela una verdad incómoda.



Falseamiento y Censura en los Medios de Comunicación controlados por el Supremacismo Judío

El primer ejemplo de cómo la Judiada ha distorsionado la sociedad, viene con la línea oficial adoptada por los medios de comunicación.


Los medios de comunicación sionistas presentaron al hispano George Zimmerman como un malvado blanco, llegando incluso a recurrir al Photoshop.

Los medios de comunicación judíos han mentido descaradamente, como tantas otras veces (ver el incidente Trayvon Martin, donde incitaron al odio a los blancos en EEUU, a pesar de que no había americanos europeos implicados en este incidente), sobre Rodger y sus motivaciones.

En primer lugar, y lo más obvio, cuatro de sus seis víctimas fueron hombres, no mujeres, incluyendo a sus tres compañeros de piso. Si sólo le guardaba rencor a las mujeres, como los medios de comunicación aseguran, entonces no habría tenido ningún motivo para asesinar hombres.

La razón por la que los medios de comunicación judíos han mentido sobre las motivaciones de Rodger, es porque han visto la evidencia del caso (disponible en las 141 páginas del manifiesto que Rofger dio a conocer en Internet, justo antes de iniciar el tiroteo), optando, como era de esperar, por suprimir su verdadera agenda.

En este manifiesto, Rodger nos revela su odio hacia los estadounidenses de origen europeo, y, en particular, por los de pelo rubio de ambos sexos. Refiriéndose varias veces a los europeos como su “enemigo”.

En vez de admitir su motivación, los medios de comunicación judíos se han centrado en sus comentarios sobre las mujeres, ignorando sus observaciones sobre los hombres, tan comunes en su manifiesto, que casi ensombrecen su declarado odio hacia los estadounidenses de origen europeo.

Así pues, la mala influencia de los medios de comunicación controlados por la Judería salta a la vista: imagina por un momento si un estadounidense blanco se pusiera a matar gente, y hubiera colgado en internet un “manifiesto” declarando su odio a los negros o los Judíos. Los medios de propaganda judíos citarían este manifiesto por toda la eternidad, berreando a los cuatro vientos sobre el “racismo blanco”.

El autor era un mestizo, mitad chino por parte de madre. Su padre, teniendo en cuenta que trabaja en Hollywood y y sus facciones, lo más seguro es que sea judío (sin confirmar). Esto explica que los medios hayan optado por “ignorar” sus diatribas racistas contra los europeos.

A mí, personalmente, no me cabe duda de que su padre es judío. El abuelo de este bastardo judeochino fue un fotógrafo “británico” George Rodger galardonado por sacar las famosas fotos de los campos de concentración al final de la IIGM.


Elliot Rodger en el estreno de Los Juegos del Hambre. Su padre (Peter Rodger) fue asistente en la dirección de este bodrio de propaganda del Establishment.
El segundo ejemplo de cómo el supremacismo Judío juega un papel fundamental en la depravación de la sociedad es mediante el control de las imágenes y la propaganda que nos inunda diariamente. Siendo Hollywood su mayor exponente.

Hace muchas décadas, cuando Hollywood aún estaba en gran parte controlada por los gentiles que fundaron esa industria, las películas producidas tenían un estándar moral completamente diferente.

En películas antiguas, por ejemplo , siempre había un héroe que luchaba por la justicia, caballeroso y misericorde, en contraposición a sus oponentes.

Actualmente, el Hollywood judío es especialista en la producción de las películas más inmorales, vengativas y sanguinarias imaginables.

El Hollywood judío no tiene límites y alcanza nuevas cotas de depravación todos los años, pueden venderte cualquier cosa como entretenimiento. Cuanto más violento, obsceno, sangriento y amoral, mejor.

Es más, Hollywood promueve activamente como ideal aquellos “héroes” que sancionan lo que está “mal” en formas que están muy lejos de la justicia ordinaria.
Hollywood se ha especializado en crear la idea de que aquellos que son “injustos” pueden ser castigados de cualquier manera sin recurrir a la ley. Se les puede asesinar o torturar a placer, todo capturado en alta definición y explícito a detalles. Los torturadores se convierten en héroes.


El título de Malditos Bastardos bien podría referirse a los creadores de este aborto judío.

Casi todo el mundo ha tenido enemigos y los ha despreciado. Considerándolos como “malos”. Los medios de comunicación sionistas básicamente enseñan que si alguien está “mal” (lo que está mal, al mismo tiempo, lo aprendemos en los medios de propaganda del Sistema), tenemos derecho a hacer lo que nos plazca con ellos: matar ,golpear, torturar, humillar …. Todo está permitido.

No es de extrañar que las personas que están al límite, mentalmente hablando, acaben explotando de este modo, teniendo la mente llena de este tipo de violencia procedente de Hollywood. Tampoco es de extrañar que una persona enloquecida se vista como un “villano súper héroe” y se ponga a disparar en un cine.

¿Le sorprende a alguien que un individuo desquiciado como Rodger creyera “justificado” (en sus propias palabras) “vengarse” de los que él piensa que se han portado mal con él, de acuerdo a su visión del “mal”?

A esto se le suma la constante incitación al odio contra los americanos europeos (véaseDjango Desencadenado y Doce Años de Esclavitud como ejemplos más recientes, la lista es interminable), el Supremacismo Judío está fomentando una caza de brujas contra los europeos a unos niveles obscenos, haciendo que los que son mentalmente débiles y susceptibles mezclen la realidad con la ficción.

Tarantino se ha convertido en un Monumento para la Judería organizada.

Supremacismo Judío y “Control de armas”

Otro caso que prueba la influencia judía se puede ver en la llamada al control de armas de la senadora judía Feinstein, justo después de los disparos de Santa Bárbara. El hecho de que tres de los seis asesinatos se llevaran a cabo con un cuchillo es ignorado completamente por Feinstein y sus compañeros agitadores.

Centrarse en las armas que tenía Rodger les sirve de señuelo para desviar la atención de los factores que le llevaron a realizar la matanza: el hecho de que odiaba a los americanos de origen europeo, y el hecho (obvio) de que ha sido fuertemente influenciado por la industria del “entretenimiento”, en la que los correligionarios de Feinstein juegan un rol protagonista.

La realidad es que los jóvenes en Estados Unidos siempre han tenido libre acceso a las armas de fuego desde hace siglos. Pero, “casualmente”, es sólo en la última década o dos que los enfermos mentales (lobotomizados MK-Ultra en la mayoría de los casos) han empezado a utilizarlas para perpetrar matanzas contra civiles.

En lugar de centrarse en por qué acabó haciendo lo que hizo este mestizo desquiciado (porque eso significaría que habría que controlar el negocio Kosher de Hollywood), Feinstein y sus compañeros supremacistas judíos prefieren, como es natural, echarle la culpa a las armas.

La realidad es que los jóvenes de hoy ven a cientos, si no miles de programas de televisión, películas, vídeos y videojuegos extremadamente violentos, donde el asesinato, la violación, la tortura , la brutalidad y la inmoralidad son lo habitual.

El propio padre de Elliot Rodger forma parte del pozo de depravación y pedofilia que es Hollywood. Fue el segundo director de Los Juegos del Hambre, una película dirigida principalmente a un público adolescente, extremadamente violenta y ambientada en un futuro distópico (¿nos prepara la Judería para lo que está por venir?), donde los protagonistas deben asesinar, abusar y torturarse unos a otros. Los que deben morir aparecen como individuos “malos”, así queda todo justificado. Lo cierto es que la mayoría de los jóvenes en algún momento verán a algunos miembros de su escuela, de la comunidad, o incluso de su familia como “malos”. Y en el cine se nos enseña que si alguien es “malo” podemos hacer lo que nos venga en gana con ellos.

La verdadera causa de la Tragedia

Después de leer este breve resumen es fácil deducir que la verdadera causa del trágico incidente de Santa Barbara se encuentra en la influencia nefasta que el supremacismo judío ejerce sobre la Sociedad. Con Hollywood como máximo exponente.

La violencia, la depravación y la inmoralidad que promueve Hollywood, los “juegos” violentos y enfermos que se les vende a los jóvenes como “entretenimiento”, el odio antieuropeo que se fomenta por todo el Globo (muy especialmente entre los estadounidenses no europeos), las mentiras y la deformación de la realidad de los medios de comunicación judíos, así como la mala dirección, sistemática y planificada, que los sionistas practican en los órganos de Gobierno , son los primeros culpables de la violencia en nuestras calles. Culpar a las armas de ninguna matanza sólo puede hacerlo o un ignorante o un canalla. Los verdaderos culpables son los responsables de la Propaganda encargada de crear la madre de todas las armas: millones de enfermos mentales sin identidad, ni valores, ni ideales, ni moral. Materialistas, individualistas, mestizos, incapaces de organizarse, de defender sus derechos, carne de cañón de un Establishment etnocéntrico, identitario y fuertemente organizado.

Artículo original: David Duke - Elliot Rodger: A Case Study in How Jewish Supremacism has Poisoned Society

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