miércoles, 28 de mayo de 2014

Así se fraguó la estafa para una condena



Una vez más el repudio por tan repugnantes métodos de silenciar y perseguir la heterodoxia en una nación de la cual espera que resurja la coherencia y el sentido comun, D. Pedro Varela, fue acusado, según "ellos", de enaltecimiento del genocidio, justificación del genocidio, difusión de ideas genocidas o defensa de regímenes genocidas, crimen que se habría cometido con la edición de determinados autores y sus libros, se hace necesario proclamar a los cuatro vientos que ésto sólo es posible gracias a la gestación de un fraude múltiple, una inmensa estafa propia de judios.


Se gesta una ley al efecto, que pretende equiparar ciertos pensamientos, ideas, alternativas políticas o hechos y regímenes históricos a crímenes reales,sin posibilidad de discusión.

Se gesta un fraude según el cual las palabras tienen un significado determinado construído en base al imaginario colectivo fomentado por la propaganda.
Se deja en manos de jueces, fiscales y propagandistas, ya no de historiadores, lo que es o no es un hecho histórico.
Se interpretan presuntos hechos que están precisamente en discusión,para que sean tomados como certeza inequívoca.
Sin existir un índice de autores perseguidos, se parte del hecho de que ciertos autores si deben ser perseguidos, violando principios constitucionales inviolables y creando absoluta indefensión a editores y libreros que ofrezcantextos políticamente incorrectos.
Este nuevo fraude se efectúa condenando a la hoguera por decreto textos que están protegidos por los principios fundamentales del sistema, pero que además son legales y de lectura abierta en prácticamente la mayoría de países.
El fraude de más mala fe se produce cuando se realiza una lectura sesgada de dichos libros, para conseguir entresacar fuera de contexto frases que en muchos casos no expresan el espíritu de la obra ni el de su autor.
Según este fraude, el acusado tiene exactamente las intenciones contrarias a las que proclama. Si el acusado no cree que cierto genocidio histórico tuviera lugar, se le acusa de promoverlo.


Según este nuevo fraude, un gobierno legal concreto de una nación europea la Alemania de Hitler representaría el único régimen genocida de los que tomaron parte en aquella guerra, mientras los vencedores eran ONEgetas.
Ante estos hechos, que llevan a una REALIDAD, cual es el secuestro y destrucción de libros y la condena a prisión de editores, hay que recalcar que ni siquiera el "nazismo" histórico o al racismo defensivo serían perseguibles como ideas abstractas, porque esas ideologías tienen cabida dentro de la libertad de creencias, y el derecho a la libertad de expresión debe regir sobre cualquier otra interpretación restrictiva: ¿O es que el Ministerio Fiscal va a determinar el pensamiento único de los ciudadanos?.

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