viernes, 2 de mayo de 2014
Habla él.. Joseph Göebbels
si un comunista grita: "¡Abajo el Nacionalismo!", se refiere al hipócrita patriotismo burgués que ve a la economía como un sistema de esclavitud, si le aclaramos al hombre de izquierda que el nacionalismo y el capitalismo no tienen nada que ver, sino que son como el agua y el fuego, entonces hasta un socialista afirmará la nación que querrá conquistar, este es nuestro verdadero trabajo como Nacionalsocialistas, fuimos los primeros en reconocer las conexiones y los primeros en empezar la lucha. Porque somos Socialistas hemos sentido la bendición de la nación, y porque somos nacionalistas queremos promover la Justicia Social en una nueva Alemania. Una joven Patria nacerá cuando el frente Socialista sea firme. El Socialismo será una realidad cuando la Patria sea libre. Somos Nacionalistas porque vemos la Nación como la única vía para unir a todas las fuerzas de la Nación y así preservar y mejorar nuestra existencia y las condiciones en las que vivimos. La Nación es la unión orgánica de la gente para proteger su vida. Ser Nacional es afirmar esta unión con palabras y hechos. Ser Nacional no tiene que ver con una forma de Gobierno o un símbolo. Es una afirmación de hechos, no formas. Las formas pueden cambiar, su contenido, permanece. Si forma y contenido coinciden, el Nacionalista acepta las dos. Si están en conflicto, el Nacionalista lucha por el contenido, no por la forma. Uno no puede poner el símbolo sobre el contenido. Si eso ocurre, la batalla está en el campo equivocado y la fuerza del Nacionalista se pierde en el formalismo y entonces el objetivo del Nacionalismo, (la Nación) se pierde. Así es como están las cosas hoy en Alemania. El Nacionalismo se ha transformado en patriotismo burgués y sus defensores luchan contra molinos. Uno dice Alemania y quiere decir monarquía. Otro proclama la Libertad y quiere decir Negro, Blanco, Rojo (los colores de la bandera alemana). ¿Sería nuestra situación diferente si reemplazásemos la República por Monarquía y ondeáramos la bandera Negra, Blanca y Roja?. Tendríamos diferente fondo, pero su naturaleza, su contenido, sería el mismo. De hecho, las cosas irían peor, ya que una fachada ocultaría los hechos y disiparía las fuerzas que hoy luchan contra la esclavitud. El patriotismo burgués es el privilegio de una clase. Es la verdadera razón de su declive. Cuando 30 millones luchan por algo y otros 30 luchan contra esto, la balanza se equilibra y nada ocurre. Eso es lo que nos pasa. Somos los parias del mundo no porque no tengamos el coraje para resistir sino porque nuestra energía nacional es gastada en una eterna e improductiva riña entre izquierdas y derechas. Nuestro camino solo va hacia abajo y hoy uno puede predecir cuándo caeremos en el abismo. El Nacionalismo es más alcanzable que el Internacionalismo. Ve las cosas como son. Solo alguien que se respeta a sí mismo puede respetar a los demás. Si yo, como Nacionalista Alemán afirmo a Alemania, ¿cómo sostener esta opinión con un Nacionalista Francés que afirma a Francia?. Solo cuando estas opiniones entran en conflicto en temas vitales habrá una lucha por el poder político. El Internacionalismo no puede deshacer esta realidad. En cuanto los hechos parezcan tener alguna validez, la Naturaleza, la Sangre, la Voluntad de vivir y la lucha por la existencia en esta dura tierra probará la falsedad de estas teorías. El pecado del patriotismo burgués fue confundir una forma económica con el ciudadano. Conectó dos cosas que son completamente diferentes. Las formas económicas son variables. El ciudadano es eterno. Si mezclo lo eterno con lo temporal, lo eterno necesariamente se colapsará cuando lo temporal se colapse. Esta fue la verdadera causa del colapso de la sociedad liberal. Estaba enraizada no en lo eterno sino en lo temporal y cuando lo temporal se colapsó arrastró a lo eterno con él. Hoy, esto es solo una excusa para un sistema que solo trae creciente miseria económica. Esta es la única razón por la que el Judaísmo Internacional organiza la batalla de las fuerzas proletarias contra los dos poderes, la Economía y la Nación y los derrota. Desde este conocimiento, el joven nacionalismo saca su demanda. La Fe en la Nación es una tarea para cada uno, nunca un grupo o una clase. Lo eterno debe ser distinguido de lo temporal. Un sistema económico podrido no tiene nada que hacer con el nacionalismo, que es una afirmación de la patria. Yo puedo amar a Alemania y odiar al Capitalismo. No solo puedo, sino que debo. Solo la aniquilación de un sistema de explotación puede ser el renacimiento de nuestra gente. Somos nacionalistas porque como alemanes, amamos alemania. Porque nosotros queremos a alemania, queremos preservarla y luchar contra los que quieren destruirla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario