El verdadero holocausto, de los dos últimos siglos perpetrados por los judíos contra la raza blanca, que ha causado la muerte de más de mil millones de personas blancas, como demostraremos a continuación. Si Hitler no hubiera actuado, Stalin habría tomado toda Polonia y habría asesinado a todos los alemanes blancos, fue Stalin quien era el verdadero agresor, fue Stalin y sus órdenes al partido comunista judeo-polaco lo que literalmente obligó a Hitler a invadir Polonia como un acto de piedad humanitaria, el pueblo polaco no ha olvidado lo que los judíos comunistas estaban haciendo en Polonia justo antes de la Segunda Guerra Mundial, cada niño blanco en edad escolar ha escuchado hablar del llamado Holocuento judío, en el cual se supone que millones de judíos fueron asesinados por alemanes cristianos blancos durante la Segunda Guerra Mundial instigada por los judíos. El hecho real es que aun cuando la cifra "oficial" altamente inflada de muertes judías durante el llamado Holocausto esté ahora oficialmente por debajo de los 3.500.000, las estimaciones de los muertos cristianos blancos a manos de los judíos sionistas comunistas en Rusia bordean los 45.000.000, sólo desde la revolución bolchevique. Millones fueron privados de comida hasta la muerte por Stalin y su régimen judío, como millones están siendo asesinados mediante genocidio hoy. A pesar de ello, pocos han oído de estos horrores perpetrados por los judíos mestizos contra la raza blanca. Su odio hasta el cristianismo y hacia Jesús Cristo ha obligado a los judíos a instituír políticas de genocidio, que están vigentes siempre.
A pesar de las representaciones inexactas y falsas de Hitler y del Nacionalsocialismo hechas por los judíos, son éstos los verdaderos monstruos, los verdaderos demonios homicidas. Los judíos y su vehículo sionista del comunismo han sido responsables de la muerte de millones de personas blancas, hombres, mujeres y niños. La mayoría de los comunistas son judíos, y es un hecho de la Historia que Karl Marx y sus consejeros más cercanos eran todos judíos anticristos. Los judíos anticristos impusieron el régimen comunista en Rusia matando a millones de miembros de la burguesía (la clase media) que no tenían ningún deseo de ser gobernados por el comunismo judío. Ellos comenzaron su régimen con el asesinato cruel e insensato de la Casa de los Romanov, ayudados e instigados por el rey de Inglaterra, que negó a la familia real Romanov asilo político. La Enciclopedia Británica llama a la matanza instituída por Stalin "medidas represivas para controlar la disidencia". Uno tiene que cavar más profundo para encontrar la verdad real.
Durante la 2ª Guerra Mundial, el bombardeo de los aliados sobre las vías de ferrocarriles de los alemanes provocó la hambruna de éstos. Las provisiones médicas necesarias, la comida y la ropa fueron quitadas de las manos de los alemanes, aunque los judíos pintan un cuadro de alemanes banqueteándose y reteniendo la comida de los judíos necesitados. Lo contrario es verdadero para el pueblo ucraniano bajo Stalin. Un hambre artificial fue creada por Stalin y sus partidarios judíos para privar de alimentos a gente ya rendida mientras Stalin y sus amigos banqueteaban. La clase campesina rusa, llamada "kulaks", fue deliberadamente privada de comida y liquidada por Stalin. Los ucranianos producían el grano adecuado para su propio uso, a pesar de que Stalin intentaba imponer el método ineficiente de la agricultura colectiva sobre ellos. En 1932, Stalin se agenció aproximadamente el 50% del grano de los ucranianos, si no más, produciendo así una hambruna. Las torres de grano estaban llenas del grano no usado custodiado por unidades militares comunistas, mientras los agricultores que cultivaron el grano, y que incluso podían ver las torres desde sus propias casas, fueron privados de comida junto con sus familias y pequeños hijos. El grano les fue robado a punta de bayoneta. No había ninguna causa natural para la presunta hambruna. En vez de ello, Stalin estaba robando la comida de las bocas de niños blancos, deliberadamente privándolos de comida hasta la muerte mientras él se deleitaba con los frutos del trabajo de los ucranianos, todo con la aprobación y los aplausos del Partido Comunista controlado por los judíos de la época. Los ucranianos eran fundamentalmente devotos cristianos blancos de la Iglesia Ortodoxa griega o rusa.
Los judíos habían codiciado Ucrania durante siglos, y su liquidación metódica, un eufemismo para asesinato genocida, era poco más que la llamada venganza judía por las ofensas imaginadas que estos cristianos supuestamente habían cometido contra los judíos. El asesinato de estos cristianos blancos ucranianos por el método cruel y atormentador del hambre cobró un número de víctimas de ocho a diez millones. No es maravilla que los ucranianos y los pueblos bálticos dieran la bienvenida al Tercer Reich conquistador como a luchadores por la libertad y como a libertadores de la tiranía de Stalin y su régimen judío de demonios vivientes.
Aquellos ucranianos que no murieron de hambre fueron acorralados y baleados, matados a palos, torturados y mutilados, todo en nombre del comunismo judío. Pero el más grande insulto al pueblo ucraniano fue el que cometieron la prensa y los medios estadounidenses judíos hasta hoy. Los comunistas culparon a los nazis por delitos que ellos mismos habían cometido. Cientos de miles de cuerpos que se ha dicho que son asesinatos del Tercer Reich eran en verdad el trabajo diabólico del mismo demonio viviente que era Stalin.
Lo que es peor es que, aunque pruebas empíricas indiscutibles hayan demostrado que estas afirmaciones son absolutamente verdaderas, los medios de comunicación judeo-norteamericanos siguen falsificando deliberadamente los crímenes contra la humanidad cometidos por los judíos Estalinistas y culpando a los alemanes por delitos que cometieron realmente los judíos. Este solo hecho muestra un claro y demostrable prejuicio judío y el control judío de los medios estadounidenses, hasta tal punto que se puede decir que no hay ningún medio alternativo en el Estado policiaco llamado ahora Estados Unidos. Usted puede decir: "Bien, señor Herrell, ¿no le permiten seguir publicando?". Mi querido amigo, nuestros débiles esfuerzos y capacidad financiera son sólo un escupo en el océano; un débil esfuerzo que los judíos comprenden que no representa ningún verdadero peligro para su monopolio dictatorial de los medios.
Como dije antes, el New York Post reportó las cifras demostrables y más verdaderas para Auschwitz, mostrando que los comunistas rusos y los judíos decididamente habían inflado las cifras y habían mentido. Hoy, las mismas viejas mentiras están siendo contadas en las escuelas públicas. La verdad es totalmente ignorada aunque haya sido demostrada sin sombra de duda como la verdad efectiva. En otras palabras, no ayuda a demostrar racional y lógicamente la verdad y muestra a los judíos como unos mentirosos empedernidos. Ellos simplemente ignoran tales nobles esfuerzos y retornan a las mentiras que ellos han estado contando. La verdad es que los ucranianos fueron colocados en gulags o campos de concentración de trabajo rusos, mucho peores que cualquier campamento de trabajo alguna vez administrado por la Alemania nazi. "Millones de campesinos murieron de hambre o fueron deportados y enviados a campamentos de trabajo forzados" (Enciclopedia Concisa de Rusia, S. V. Utechin, Dutton: Nueva York, 1964, p.120).
Ucrania, un área blanca altamente poblada, también estaba experimentando en esa época un resurgir en el progreso intelectual y la creatividad, así como un fuerte deseo de independencia que era perjudicial para la existencia del régimen comunista de Moscú. Así, Stalin instituyó su solución final: hambre forzada y muerte sobre la gente para doblegar su espíritu.
"La siguiente hambruna, la de 1932-33, fue creada artificialmente por las autoridades como un medio de romper la resistencia de los campesinos a la colectivización de la agricultura... el grano fue quitado del campo por destacamentos armados principalmente formados por tropas de seguridad internas y miembros del Komsomol" (Enciclopedia Concisa de Rusia, S. V. Utechin, Dutton: Nueva York, 1964, p.175). Por supuesto, el verdadero objetivo de Stalin era la exterminación de la población blanca.
La población ucraniana de 32 millones en 1927 disminuyó a 28 millones en 1939. Así, hubo una pérdida de 4.000.000 de vidas ucranianas, y este número debiera ser aumentado por el esperado crecimiento demográfico normal. En un crecimiento demográfico esperado de 4.000.000 realmente estamos viendo una pérdida de por lo menos 8.000.000 de ucranianos blancos.
Una tragedia similar ocurrió en Irlanda a mediados del siglo XIX: la llamada Hambre de Patatas de Irlanda. La verdad es que los ingleses tenían en su posesión suficiente comida para alimentar a los irlandeses, pero deliberadamente la retuvieron lejos de ellos. Por lo tanto los ingleses privaron de comida hasta la muerte o forzaron a más de 1.000.000 de irlandeses a abandonar su país de origen. (Ésta fue sólo una de las atrocidades genocidas más recientes cometidas por los ingleses contra los irlandeses). Pero no debemos culpar completamente a los ingleses blancos, ya que estos acontecimientos ocurrieron bajo el control judío. Hacia 1868, los británicos tenían a un Primer Ministro judío, Benjamin Disraeli. Este judío sionista fue sólo capaz de alcanzar esta posición de poder debido a la base de poder judío ya establecida en la política, la industria y la banca.
Fue esta base de poder judío la que orquestó el hambre irlandesa, deliberadamente privando de comida a hombres, mujeres y niños irlandeses a fin de ganar más poderío económico y político y erradicar las iglesias Católicas y Protestantes de Irlanda. Su estrategia para ganar poder funcionó, ya que los judíos habían logrado la suficiente importancia como para hacer de uno de los suyos Primer Ministro dentro de poco a partir de entonces, en un país que había prohibido una vez a los judíos en sus fronteras.
De todos modos, éste fue sólo el principio del holocausto de la raza blanca. Los agentes judíos que azuzaron al hombre blanco contra el blanco durante las guerras mundiales, son responsables de las muertes de aquellos hombres que lucharon, a menudo no comprendiéndolo, para la agenda judía. Después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados alemanes fueron tomados preso por las naciones aliadas, y mujeres y niños civiles fueron acorralados y colocados en campos de concentración. Los judíos a menudo lloriquean por sus familiares que supuestamente murieron en campos alemanes, aunque quedaron millones de sobrevivientes para esparcir sus mentiras.
¿Cómo puede haber tantos sobrevivientes si tantos murieron?. Empero, no escuchamos hablar de sobrevivientes alemanes de los campos rusos, franceses y estadounidenses. Esto es porque son muy pocos. El intendente de Eisenhower, general Robert Littlejohn, se quejó abiertamente de que él no tenía manera de alimentar a los 4.000.000 de presos alemanes bajo cuidado estadounidense en 1945. Muchos de estos prisioneros habían sido transferidos al llamado status "DEF". Este status significaba la muerte inmediata para el portador, y era una violación por parte de Eisenhower de la Convención de Ginebra. Los campos estadounidenses fueron comparados a Buchenwald, y algunos fueron reportados como no teniendo comida en absoluto en ninguna parte del campo. Las donaciones de comida para los prisioneros fueron devueltas a los donantes y las raciones no fueron distribuídas. (Esto a pesar de que la mayoría, el 58%, de los soldados estadounidenses pensaban que los alemanes debían recibir ayuda en forma de donaciones). En Agosto de 1945, Eisenhower colocó a los soldados alemanes restantes de los campos en elstatus DEF, firmando así sus sentencias de muerte.
El resultado final fue que millones de mujeres y niños alemanes fueron privados de comida hasta la muerte, además de 2.000.000 de soldados alemanes que fallecieron en los campos al final de la guerra. En el habitual estilo judío, al público se le mintió, y pocos supieron de los atroces tratos que los alemanes estaban recibiendo a manos de los Aliados. (Todo esto también ocurrió en el momento de los procesos de Nurenberg, que han sido llamados la mayor injusticia legal en la historia de EE.UU. por el Senador Robert Taft, hijo del Presidente estadounidense William Howard Taft).
Si la existencia de los horrores de los campos de concentración tan a menudo retratados en nuestra televisión fueran atribuídos a los rusos y al establecimiento judío del Mal conocido como el comunismo, entonces nuestra televisión verdaderamente reflejaría un cuadro histórico muchísimo más verídico y más exacto de las atrocidades que ocurrieron hace más de cincuenta años. Los gulags eran en efecto campos de la muerte para la exterminación sistemática de la gente blanca. Ésta no era la intención original de los alemanes. La mayor parte de aquellos que murieron en los campos de concentración y de trabajo alemanes murieron de disentería y otras enfermedades como pulmonía, bronquitis, y cosas que estaban entonces más allá del poder del ejército alemán impedir. Si los Aliados no hubieran bombardeado el sistema de ferrocarriles alemán y no hubieran practicado una política de tierra arrasada contra el pueblo alemán, entonces la vasta mayoría de personas de los campos de trabajo habrían sobrevivido a la guerra mucho mejor que el ciudadano alemán promedio.
Fueron en verdad los judíos mismos y sus demenciales incursiones de bombardeo sobre Alemania los que causaron la muerte de 2,5 millones de judíos y otras gentes que estaban en los campamentos de trabajo alemanes. Es un hecho indiscutible que los alemanes fueron mucho más humanos con los presos norteamericanos y con los presos de todas las nacionalidades que los rusos o los estadounidenses. El 88% de los prisioneros estadounidenses custodiados por los alemanes sobrevivió a la guerra prácticamente indemne y en buenas condiciones, mientras que la exacta cifra opuesta fue verdadera de los japoneses y su tratamiento hacia los soldados norteamericanos.
En sus campos, el 88% murió o fue degollado cuando los japoneses jugaronninja con las cabezas de los indefensos prisioneros de guerra, sobre todo durante la marcha de la muerte de Batán. A pesar de ello, los judíos han mantenido un absoluto prejuicio contra los alemanes en Estados Unidos. Mientras tanto, ellos han aceptado incondicionalmente a los japoneses, ayudándoles a destripar a Estados Unidos de su base de poder económico y estableciendo a los japoneses como los señores de la industria estadounidense a quienes un número siempre creciente de norteamericanos reverencia cada mañana cuando ellos van a trabajar.
Éstas son sólo las tragedias de los campos durante y después de la guerra. Después de la guerra, Alemania misma había sido dividida en zonas, francesa, rusa, estadounidense y británica. En la zona británica, mujeres y niños inocentes estaban siendo privados de comida hasta la muerte a razón de 220.000 al año. Un tipo de reconstrucción, similar a la del Sur de EE.UU., fue impuesto sobre el pueblo alemán. Los millones de muertes de alemanes blancos fueron etiquetados como "otras pérdidas" [other losses]. El verdadero número nunca será conocido, por cuanto los archivos estadounidenses de los campamentos para prisioneros fueron destruídos entre 1947 y 1950, y una historia similar puede ser contada en cuanto a los otros campos Aliados, especialmente los rusos, que tomaron casi 100.000 prisioneros (incluídos 24 generales alemanes) en Stalingrado, y sólo sobrevivieron 6.000. Acciones similares y muchos crímenes más contra el pueblo alemán están documentados en el libro Otras Pérdidas: Una Investigación sobre las Muertes Masivas de Prisioneros Alemanes a Manos de los Franceses y Estadounidenses Después de Segunda Guerra Mundial, de James Bacque.
Sólo podemos saber que los judíos estaban siguiendo el consejo de uno de sus fraudes más grandes, Albert Einstein, que públicamente declaró que todos los alemanes deberían ser asesinados. Los judíos aprovecharon esta oportunidad para realizar sus proyectos de genocidio contra la raza blanca. Stalin y Roosevelt incluso hicieron un brindis el uno al otro por la posibilidad de ejecutar a oficiales alemanes al final de la guerra; y hoy no hay absolutamente ninguna duda de que estos proyectos fueron planeados no sólo por Stalin sino también por los norteamericanos. Los así llamados criminales de guerra, especialmente cualquiera que hubiera estado relacionado con las SS, fueron perseguidos y asesinados, particularmente durante el segundo y tercer año después del final de la guerra. Unidades especiales de escuadrones de la muerte o asesinos a sueldo fueron enviados para secuestrar, asesinar o atrapar en áreas despobladas o boscosas y asesinar, en demasiados casos, a alemanes inocentes.
Los archivos de los Aliados confirman claramente, e incluso de jactan de ello por la TV nacional, que tales unidades fueron contratadas para este demoniaco "trabajo". Las cifras exactas de asesinatos cometidos por los asesinos a sueldo estadounidenses no pueden por ahora ser declaradas con seguridad. Pero sabemos que fueron miles, si no decenas de miles. Demasiado, para los llamados códigos "humanitarios" de derechos humanos.
Otros actos criminales de genocidio fueron perpetrados por los comunistas judíos contra alemanes blancos en Polonia antes de la guerra. Relatos de numerosos testigos oculares alemanes y polacos describen estos actos detalladamente. Cientos de páginas de documentos históricos detallan estos crímenes. Las fotografías también proporcionan evidencias.
De hecho, muchas fotografías de judíos polacos cometiendo crímenes contra alemanes son usadas por los judíos ¡como pruebas de "delitos de odio" alemanes!. Los polacos no se limitaron a privar de comida o balear a los alemanes; más bien, ellos abiertamente los trataron brutalmente, matándolos a palos, destripando a hombres delante de sus mujeres y niños. Los niños fueron arrancados de sus madres y matados a palos por las muchedumbres. Las mujeres fueron violadas. Los hombres fueron detenidos bajo cargos falsos. Una vez detenidos, los más fueron asesinados o tratados brutalmente; el resto fue liberado con sentencias de muerte. La población alemana de Danzig literalmente pidió que Adolf Hitler invadiera Polonia y detuviera las atrocidades comunistas judías contra los alemanes blancos; pero una y otra vez las mismas viejas mentiras judías siguen persistiendo en la televisión estadounidense, falsificando totalmente los motivos de la invasión alemana de Polonia. El hecho es que Stalin ya había decidido que Polonia le pertenecería.
Si Hitler no hubiera actuado, Stalin habría tomado toda Polonia y habría asesinado a todos los alemanes blancos. Fue Stalin quien era el verdadero diablo y el agresor. Fue Stalin y sus órdenes al interno partido comunista judeo-polaco lo que literalmente obligó a Hitler a invadir Polonia como un acto de piedad humanitaria. La mayoría de los polacos cristianos blancos estarán más que felices de decir la verdad en este asunto hasta hoy. El gran pueblo polaco no ha olvidado lo que los judíos comunistas estaban haciendo en Polonia justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
Como parte del plan judío para el genocidio blanco en Polonia, sacerdotes y clérigos alemanes fueron detenidos y ubicados en campos. Un sacerdote refiere:
"El Domingo 10 de Septiembre pedí al comandante permiso para oficiar un rezo común en el dormitorio. La respuesta consistió en un diluvio de blasfemias y de golpes con un garrote. Lo mismo pasó cuando pedí que se me permitiera asistir a los enfermos y moribundos... Los guardias del campo nos recibieron con golpes y nos quitaron nuestras posesiones personales; no me permitieron siquiera conservar mi Nuevo Testamento. Nuestras celdas estaban completamente vacías; tuvimos que dormir en el frío suelo de hormigón" (Odilo Gerhard, O.F.M. [franciscano], testimonio personal publicado en Die Getreuen, 1939).
Los sacerdotes y los líderes cristianos fueron especialmente perseguidos porque como cristianos ellos habían apoyado al movimiento cristiano Nacionalsocialista. Niños tan pequeños como de cuatro meses fueron muertos por granadas de mano polacas. Otros fueron baleados o golpeados con culatas de rifle hasta morir. Un informe sobre estas atrocidades judías declara:
"El descubrimiento más importante a que se llega en las investigaciones hechas por los examinadores médicos no se encuentra en las increíbles bestialidades, tanto físicas como mentales, como lo revela el examen de los cuerpos. Aún más importante es el hecho de que en la gran mayoría de los casos investigados, las armas militares mostraban claramente haber sido usadas como instrumentos de asesinatos" (Actos polacos de Atrocidad Contra la Minoría Alemana en Polonia, compilada por Hans Schadeweldt, Berlín-Nueva York, 1940 p.253-254).
Ellos más adelante escriben que:
"Con indiscriminada acuciosidad, gente de todas las edades, de 4 meses a 82 años, fue asesinada; incluso mujeres en una etapa muy avanzada del embarazo no fueron perdonadas" (p.257).
Numerosos informes oficiales hablan de alemanes atacados por polacos, asesinados y golpeados, mientras la mayoría de las mujeres fue violada.
"Mi padre fue repetidamente golpeado en la cara y el cuerpo con culatas, luego apuñalado con una bayoneta. Con eso mi padre cayó a tierra y allí fue baleado seis veces antes de morir... [Posteriormente] Aproximadamente diez hombres me dominaron, por la cabeza, manos y pies, mientras uno de ellos me violó" (Vera Gannott, Septiembre de 1939).
"Juntos, ellos entonces tuvieron éxito en la violación de mi hija más joven. Con eso, los dos cogieron a mi hija mayor y la violaron también" (Hedwig Daase).
"Mi marido fue baleado en el hombro y golpeado en la cara con una culata. Él se tambaleó pero todavía trataba de escaparse. Él comenzó a subir la cerca, pero fue agarrado por un civil. Un soldado polaco le dio otro culatazo que lo dejó inconsciente. Un teniente polaco me condujo a mí y a los niños de vuelta en la casa. Desde una ventana del desván yo podía ver a mi marido postrado. Permaneció así por un largo rato. Lo vi encoger sus piernas y estirarlas; de vez en cuando él levantaba su mano. Sin embargo, era imposible para nosotros ir donde él, ya que fue rodeado por soldados y civiles polacos. Un policía montó guardia en el cerco. Las mujeres polacas gritaban:
"¡El cerdo aún está vivo!". Hacia la tarde, a mi marido lo balearon tres veces más los soldados polacos. Él también había sido apuñalado por el estómago con una bayoneta... La vecina me dijo que él todavía respiraba al día siguiente. Mi marido era alto y fuerte y tenía sólo 38 años. Probablemente por eso él estuvo tanto tiempo muriendo. Él estuvo aproximadamente dieciocho horas antes de que fuera liberado de su agonía" (Christa Gollnick).
Ninguna de esta gente había cometido ningún crimen. Ellos fueron asesinados por las muchedumbres comunistas, y los Comunistas controlaban el ejército, simplemente porque ellos eran alemanes blancos. Asesinatos de familias enteras y pueblos alemanes también fueron cometidos:
"El asesinato de los Beyer, jardineros de Bromberg, es característico de los casos de innumerables familias de la minoría alemana que el Domingo Sangriento de Bromberg cayeron víctimas del asesinato hecho por los polacos... El asesinato es también característico de las bandas asesinas reclutadas por reconocidas organizaciones oficiales del Gobierno polaco. Estos grupos, que actúan con la cooperación reconocible del ejército, fueron culpables de cientos de asesinatos masivos... Con violencia brutal, los hombres del ferrocarril arrancaron a Kurt Beyer, 11 años, de los brazos de su madre, que le abrazaba temerosamente... Stefan Sitarek, un polaco, encontró los cuerpos de Friedrich Beyer, su hijo Heinz, y de Thiede ayudante de Beyer, yaciendo amontonados... él encontró a Kurt Beyer retorciéndose y gimiendo bajo los cadáveres. Obviamente, él estaba gravemente herido. Sitarek trató de ayudar al muchacho, pero según su declaración, fue rechazado por las autoridades responsables de transportar al herido.
De acuerdo a declaraciones hechas por otros testigos polacos, el niño que yacía al lado de los cuerpos de su padre y su hermano sucumbió a sus heridas al final de aquella mañana".
Cientos de historias como ésta están registrados y documentados, aunque muy pocas personas han oído alguna vez de estas atrocidades cometidas contra niños inocentes y hombres y mujeres blancos. Muchos casos más permanecen no resueltos, y cientos, si no miles, fueron reportados como desaparecidos, nunca siendo encontrados o explicados. Una vez más, los gobiernos mestizos, donde prevaleció el odio hasta la gente blanca, se muestran haber instituído una ejecución burocrática y sistemática de la gente blanca. La lista de crímenes contra la raza blanca suma y sigue. Las guerras instigadas y manipuladas por los judíos mestizos son responsables de las muerte de decenas de millones de soldados y civiles blancos. Éstas incluyen la Guerra Civil estadounidense, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, y numerosas guerras más pequeñas en todo el mundo.
Estas cantidades de muertes de hombres, mujeres y niños blancos son asombrosas. En la Guerra Civil estadounidense murieron más de 600.000 hombres blancos. En la Primera Guerra Mundial, 8,5 millones de soldados blancos y otros 10 millones de civiles blancos murieron. En la Segunda Guerra Mundial, más de 20 millones de soldados blancos y 25 millones de civiles blancos murieron. Éstas son las cifras "oficiales". Los números reales tanto de muertes militares como de civiles son mucho más altos. Pero aún con estos números "oficiales", más los 45 millones de rusos blancos asesinados por el Comunismo judío, vemos que el número de hombres blancos muertos en los últimos 140 años por guerras orquestadas por el judío bien sobrepasa los 100 millones.
Debería ser notado que no se trata sólo de la sangre de Jesús Cristo y de estos millones de personas en las manos de los judíos, sino también la muerte de la posteridad de ellos. ¿Cuántos niños blancos habría producido la familia Beyer?. Nunca habrá otro Friedrich Beyer; y sus hijos, que habrían continuado su nombre y su mentalidad, fueron asesinados junto con él por mestizos que no tienen ni siquiera el derecho a la vida. Esto es verdadero de decenas de millones más de hombres blancos, hombres cristianos cuyos nombres han sido borrados de la cara del planeta, y cuyos nombres los judíos están intentando remover de las memorias de aquellas personas blancas que permanecen. Los mismos judíos que proclaman la filosofía de "nunca olvidar" están intentando hacer que la poca gente blanca que queda olvide su herencia blanca y el holocausto de la raza blanca creado por el judío y hacer que ellos se den vuelta incluso contra sus propios abuelos racistas.
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