martes, 6 de mayo de 2014

Somos nacional socialistas, no "nazis"



Nosotros, por supuesto, no tenemos control sobre lo que nuestros enemigos pueden decidir llámarnos, pero lo que elegimos llamarnos a nosotros mismos es un asunto muy distinto, la verdad es que no necesitamos ningún apodo, somos Nacional socialistas, no "nazis",!! hay una gran diferencia !! En el discurso ideológico de nuestro tiempo, no hay un término más cargado emocionalmente más que el epíteto de "nazi", esta designación fue explotada de manera consciente, miserable y deliberada por su valor publicitario, pero para los medios manipulación a nuestros adversarios y un público desinformado solo para asustar recordando un pasado que ellos se inventaron, pero, ¿es una etiqueta precisa descriptiva de la filosofía nacionalsocialista y los que lo abrazan, o se llevan connotaciones que sugieren algo más ? Un dispositivo inventado por el enemigo

Es un hecho que la etiqueta de "nazi" fue utilizado originalmente por una prensa hostil durante el período de Weimar, en Alemania como un término de desprecio y burla contra Adolf Hitler y su movimiento, en ninguna parte el propio Líder utilizar esta denominación, ya sea en sus discursos o en Mein Kampf.

No sólo es la expresión de una distorsión de nuestro verdadero nombre, pero que connota una cierta falta de sustancia y seriedad, que a su vez hace que sea difícil para cualquiera tomar nuestro mensaje serio. De hecho, si el público es obtener una percepción creíble de nosotros, entonces debemos presentarnos honesta y directa como exactamente lo que somos, nacional socialistas y no como una especie de caricatura política. De lo contrario, podemos esperar a tener tanta credibilidad como dedicado revolucionarios marxistas-leninistas que si iban a ir por referirse a sí mismos como comunistas.

Hay quizás una razón más importante, sin embargo, ¿por qué nosotros, los nacional-socialistas deben rechazar el término "nazi". Si esta etiqueta se utilizó originalmente para menospreciar a la causa nacional-socialista, la propaganda de guerra posterior introdujo nuevas connotaciones siniestras, evocaba la imagen monstruosa del odio y el mal.

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