Es una excelente historia desde la perspectiva del asistente más cercano de Hitler, por lo que gran parte del material consiste de los detalles cotidianos del Fuhrer, tales como sus hábitos diarios y sus problemas de salud, así como los sentimientos personales del autor acerca de muchas de las personas que constantemente rodeaban a Hitler. Es decir, la obra no trata de las grandes estrategias políticas o militares de los lideres del Reich. No obstante, eso es precisamente lo que hace este libro excepcional.Linge relata la rutina diaria en la residencia de Hitler: sus hábitos alimenticios, sus debilidades, sus preferencias, su sentido del humor, y su vida privada con Eva Braun, incluyendo su opinión sobre la vida sexual de Hitler y Eva como pareja.
Linge es de la opinión de que el compañero más cercano de Hitler era su perro pastor alemán Blondi. Al respecto, el autor afirmó que para Hitler era más fácil firmar una sentencia de muerte de un oficial que recibir malas noticias sobre la salud de su perro. Linge describe además los cambios en las características de Hitler durante su tiempo juntos y su deterioro de salud durante los últimos años de la guerra.
Heinz Linge
De hecho, durante sus últimos días, el autor afirma que el ojo derecho de Hitler le empezó a doler intensamente y Linge fue el responsable de la administración de gotas de cocaína para aliviar el dolor. En términos del complot de Stauffenberg de julio de 1944, el texto provee un detallado relato de los acontecimientos.
El autor nos habla de figuras tales como Himmler, Goebbels, Goering, Bormann y otros. En lo que respecta a este último, Linge aporta detalles interesantes sobre muchas de sus idiosincrasias personales. Adicionalmente, el texto discute detalladamente algunas de las rivalidades existentes entre varios lideres políticos importantes del partido Nazi, así como los sentimientos de los subalternos como él mismo hacia los lideres. Por ejemplo, Linge asegura que dentro del circulo intimo del partido Rudolf Hess era querido, mientras que Bormann fue despreciado y temido.
Entrada al Fuhrerbunker
El lector no debe albergar expectativas de que la obra de alguna manera sirva para demonizar o exculpar a Hitler. En ese sentido, el texto se acerca a la neutralidad. Si bien es cierto que muchos de los detalles e historias tienen el efecto incidental de humanizar a Hitler, ninguno de los relatos tiene el efecto de ser revisionista en el sentido negativo. Por ello, los relatos cotidianos como el de Hitler en su pijama cambiando una bombilla en su habitación resultan ser ventanas a un mundo previamente desconocido. A pesar de que la obra sirve para humanizar a Hitler de forma implícita, el autor no ha dejado fuera ciertos detalles que no permiten olvidar la compleja personalidad del Fuhrer y la magnitud de su culpa. De hecho, Hess y Goebbels también se presentan bajo una luz más positiva que la usual, mientras que Bormann, Göring y toda la cúpula militar se describen negativamente.
Hitler y Linge
La obra ofrece nuevos datos sobre ciertos eventos cruciales, como por ejemplo el suicidio de Rommel el autor piensa que fue ordenado por Bormann a causa de un viejo rencor proveniente de la campaña militar de Polonia y el vuelo de Hess a Escocia el autor piensa que Hitler lo sabía, a pesar de que la versión tradicional de la historia afirma otra cosa. También se distinguen periódicamente pasajes sobre los varios años de intensos interrogatorios al que el autor fue sometido por los soviéticos después de haber sido capturado huyendo del Fuhrerbunker.
Diagrama del Fuhrerbunker
Interesantemente, el libro discute el efecto de las luchas políticas surgidas en la periferia de Hitler, lo que nos obliga a pensar que con mucha frecuencia la dirección de los acontecimientos importantes de la época fue determinada por las rivalidades personales que tuvieron lugar en la burocracia del gobierno Nazi. A nadie debe sorprender que esta dinámica mantiene su vigencia hoy día en todos los gobiernos a través del planeta.
Una de las más intensas revelaciones del texto es la declaración de que Hitler sabía absolutamente todo lo que ocurría a su alrededor, incluyendo los horrores del holocausto. Evidentemente, la creencia de algunos, incluyendo un sector considerable de la población alemana de la época, de que los campos de concentración fueron parte de una iniciativa particular de la SS, sin el conocimiento y consentimiento de Hitler, se derrumba aparatosamente. Al final, el relato de los eventos ocurridos en el Fuhrerbunker en el año 1945, incluyendo los últimos momentos de Linge junto a Hitler, es fiel y exacto, como es de esperarse de un testigo presencial del dramático final de una gran tragedia histórica.
Otro angulo del Fuhrerbunker
El autor se proyecta altamente confiable y aunque estoy seguro de que omite ciertos eventos y datos por respeto a quien fuera su jefe por muchos años, y probablemente para no autoincriminarse, Linge es lo suficientemente sincero y realista como autor, por lo que la obra resultante es una valiosa adición a las historias de la época.
Aunque Linge ostentaba un rango en las SS, afirma no haber sido un miembro del partido Nazi. El perfil creado por él de uno de los personajes peor reputados de la historia no es uno ciego y ausente de críticas, aunque el lector puede percibir sin mucha dificultad cierto grado de cariño hacia su jefe. El Hitler que emerge es un multifacético, impredecible y exigente, pero no de un carácter del todo desagradable.
El HOMBRE
En síntesis, la extraña familiaridad que el lector experimenta al disfrutar de la obra le lleva a concluir que los terribles eventos de la SGM ocurridos en Alemania pueden ocurrir en cualquier lugar, ya que sus protagonistas no fueron monstruos de otro planeta, sino seres humanos morales. Así, cualquier nación puede ser fácilmente inducida a la complacencia, al control opresivo y la manipulación de sus líderes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario