El féretro con los restos de Napoleón II, Duque de Reichstadt, han llegado a la estación de Austerlitz en París, el HOMBRE con su magnánima misericordia ha decidido tender la mano de amigo a Francia y devolverle al hijo de Napoleón Bonaparte, conocido como L’aiglon ,el Aguilucho, que falleció en 1832 en Viena de tuberculosis a la temprana edad de 21 años y cuyos restos han reposado ahí desde entonces.
El ataúd es transportado por un vehículo militar.
El Almirante Darlan recibe el ataúd de manos del Embajador alemán Otto Abetz.
Seguidamente, montado sobre una cureña de cañón, el séquito a la luz de las antorchas se ha trasladado hasta Los Inválidos. Una vez en la entrada del mausoleo, la escolta le ha rendido honores de Jefe de Estado y el ataúd ha sido depositado al lado del féretro de su padre. El Mariscal Pétain ha sido representado en la ceremonia por el Almirante Darlan.
El ataúd es conducido a la Capilla de los Inválidos bajo la escolta de una Guardia de Honor republicana.
La fecha escogida para el evento no es trivial, puesto que hace exactamente cien años, el 15 de diciembre de 1840, los restos de Napoleón I llegaron al puerto de Le Havre procedentes de la isla Santa Helena. Sus oficiales de Estado Mayor, Gourgaud, Bertrand, Las Cases y Marchand, acompañaron el cortejo fúnebre hasta París y el día del sepelio 100.000 personas acompañaron al Emperador hasta la Capilla de St. Jerome.
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