viernes, 11 de abril de 2014

mas relatos de fantasia

Todo lo que aqui se relata solo estaba en la mente  enferma de unos jueces, esta todo comprobado  que  fue mentira..la gran mentira..

Cadáveres para sus jabones, sus zapatillas, sus sillas, sus libros...

Si hemos de creer a los jueces de Nuremberg, los nazis habrían creado un universo de espanto donde incluso los objetos más corrientes (jabones, zapatillas, sillas, colchones, libros...) eran fabricados a partir de cadáveres reciclados.

Durante el proceso, los vencidos fueron acusados de haber minuciosamente recuperado la piel, la grasa, los cabellos, los huesos y el oro dental de sus víctimas a fin de hacer abono, jabón, materiales para rellenar las sillas, libros de bolsillo, zapatillas, guantes, sillas de equitación... Los químicos alemanes habrían sido cómplices de esta recuperación criminal aportando su talento en la transformación de estas materias primas de un genero especial.

Las cenizas de las víctimas pasadas por un tamiz para recuperar el oro

Celosos de no perder un solo gramo de oro, los alemanes habrían hecho hasta pasar por un tamiz las cenizas de las víctimas. Esto es lo que pretendió M. C. Vaillant-Coutourier en su grotesco testimonio:



TMI, VI, 225

"Un equipo pasaba para arrancar los dientes y el oro y las dentaduras postizas. Y además cuando los cuerpos eran reducidos a cenizas, se pasaba todavía un tamiz para intentar recuperar el oro".

La grasa humana recuperada para economizar petróleo y preparar jabón

Otra materia prima supuestamente muy importante para los nazis: la grasa humana. Es especialmente gracias a ella que la población alemana permanecería aseada hasta el final de la guerra.

El 8 de febrero de 1946, el fiscal general soviético, el general Rudenko, leyó el extracto de una "llamada a la opinión mundial por los representantes de varios millares de antiguos internados en Auschwitz". Se trataba de la cuestión de grasa humana recuperada para economizar el petróleo y preparar jabón humano:


TMI, VII, 183

"Las grasas necesarias para la incineración eran, en parte, recuperadas de los cadáveres de los gaseados a fin de economizar petróleo. Los cadáveres proporcionaban también los aceites y grasas destinados a usos técnicos e incluso a la fabricación de jabón".

Una nueva alquimia: transformar humanos en jabón

Once días más tarde, el coronel Smirnov presenta ante el tribunal varios documentos que daban todos los detalles concernientes a la pretendida preparación de jabón a partir de la grasa humana así como un molde en el cual éste había sido fabricado así como "algunos fragmentos del jabón en cuestión, bien terminados, bien medio terminados.

TMI, VII, 597-601

En el Instituto Anatómico de Dantzig, habían ya tenido lugar experiencias acerca de la fabricación de jabón a partir de cadáveres humanos y sobre las posibilidades de curtimiento de la piel humana, con perspectivas industriales. Presento al tribunal, bajoURSS-197, la declaración de un hombre que tomo parte él mismo en la fabricación de jabón a partir de grasa humana. Se llama Sigmund Masur.

Pregunta: ¿Puede contarnos cómo se procedía a la fabricación de jabón a partir de la grasa humana en el instituto anatómico de la ciudad de Dantzig?

Respuesta: En el verano de 1943 fue construido, al lado del instituto anatómico, al fondo de un patio, un edificio de piedras de un piso, comprendiendo tres piezas. Este edificio había sido construido para la utilización de cadáveres y para el tratamiento de los huesos. Esto es lo que había sido declarado oficialmente por el profesor Spanner. Este laboratorio llevaba el nombre de "Laboratorio para la preparación de esqueletos humanos y la cremación de la carne y los huesos inútiles". En el invierno de 1943-1944, el profesor Spanner ordenó recoger la grasa humana y conservarla. Esta orden fue dada a Reichert y a Borkmann.En febrero de 1944, el profesor Spanner me entregó una formula para preparar el jabón a partir de la grasa humana. Esta formula prescribía tomar cinco kilos de grasa humana, diez litros de agua y de 500 a 1000 gramos de sosa cáustica, hacerlo hervir de dos a tres horas y dejarlo enfriar. El jabón flotaría entonces mientras que los residuos y el agua se quedarían en el fondo de los recipientes. Se añade a esta mezcla un puñado de sal y de sosa. A continuación se añade agua fría y se hace hervir de nuevo la mezcla durante dos o tres horas. Después de enfriarse, el jabón era colado en los moldes.


EL PRESIDENTE: Tenemos que suspender la audiencia

CORONEL SMIRNOV: Me permito ahora mostrar al Tribunal uno de los moldes en los cuales era colado el jabón hervido y, a continuación aportaré la prueba de que jabón humano no acabado ha sido decomisado en Dantzig.

Continuo mi citación:

"El jabón tenía un olor desagradable y, para quitar este olor, se ayudan de benzaldeido."

"Borkmann y Reichert recogían la grasa de los cadáveres. Yo preparaba jabón con esta grasa. Una operación de cocción duraba varias horas (de tres a siete). Personalmente, yo no tomé parte directa más que en una sola operación de cocción de las dos de las que yo he tenido conocimiento. Estas dos operaciones tuvieron por resultado 25 kilos de jabón, cuya fabricación demandó de 70 a 80 kilos de grasa humana, obtenida de aproximadamente 40 cadáveres".

"Yo emplee este jabón hecho de grasa humana para mi uso personal y mi colada; yo había obtenido cuatro kilos".

Salto la línea siguiente y continuo:

"Reichert, Borkmann, von Bargen y nuestro jefe, el profesor Spanner, se sirvieron igualmente de este jabón para su uso personal."

Yo presento ahora, bajo el n.º URSS-196, una copia de la fórmula del jabón.

"Los cadáveres habitualmente eran muy rápidamente descargados y llevados al sótano, al que se podía acceder por una puerta lateral situada en el corredor de la entrada principal".

Salto la frase siguiente:

"A continuación, se les metía en grandes recipientes de hierro donde se les dejaba aproximadamente cuatro meses".

Salto las tres frases siguientes y cito una nueva: "Gracias al producto especial en el cual los cadáveres eran conservados era muy fácil desprender de los huesos el tejido celular. Se metía a continuación este tejido celular en una cuba que tenía las dimensiones de una pequeña mesa de cocina. Después de que la ebullición era alcanzada, se vertía el liquido obtenido en unos recipientes blancos.

Las partes grasas, provenientes en particular de cadáveres de mujeres, eran puestas en un gran recipiente esmaltado, calentado por dos mecheros Bunsen. Allí también se servían de un ácido; creo que era ácido clorhídrico. Cuando el proceso de ebullición había acabado, se dejaba enfriar la mezcla y, a continuación, se hacían los cortes a la vista de exámenes microscópicos."

Continuo citando la línea siguiente:

"No puedo dar una idea exacta de las cantidades obtenidas pero he visto emplear el producto en Dantzig para limpiar las mesas en las salas de disección. El personal que trabajaba allí consideraba que era el producto más apropiado para esta tarea."

Presento ahora algunos fragmentos del jabón en cuestión bien terminados, bien medio terminados: he aquí un pequeño trozo de jabón que ha quedado almacenado varios meses, es el llamado jabón de limpieza del más ordinario.

Los jueces de Nuremberg confirman la historia del jabón humano...

En su juicio, los magistrados de Nuremberg retomaron esta acusación grotesca y pretendieron que, "en ciertos casos, se [habían hecho] ensayos con vistas a servirse de la grasa de las víctimas para la producción industrial de jabón" (TMI, I, 265-266)

... y son contradecidos más tarde por las autoridades oficiales

En 1983, por tanto, el difunto Georges Wellers, antiguo director científico del Centro de documentación judía contemporánea de París y antiguo director de Mundo Judío (publicación de este centro), escribió a un corresponsal extranjero

"La fabricación de jabón a partir de grasa humana pertenece a la categoría de "bobadas" que circulaban ya en los campos [...] se trata del producto de una imaginación más o menos demencial que es explotada por los neonazis y que no ayuda en nada a la realidad ya suficientemente demencial y cruel.

Los jueces de Nuremberg estaban, también en esto, equivocados.

Peor que en "Soylent Green": toneladas de polvo de huesos humanos para la agricultura

Todo el mundo se acordará de la película americana de anticipación Soylent Green (estrenada en español con el titulo de "Cuando el destino nos alcance" [n. del t.]) en la cual, en una Tierra superpoblada, los cuerpos de viejos eutanasiados son transformados en tabletas de alimento destinadas a los humanos.

Según los jueces de Nuremberg, los nazis habrían hecho peor: habrían recuperado los huesos de sus víctimas (entre las cuales habían numerosas personas jóvenes que no querían más que vivir) para hacer abono, y así permitir a los alemanes comer.

Recordamos, por ejemplo, que según el acta de la acusación, a partir de 1943, los alemanes habrían exhumando sus víctimas, triturado sus huesos y utilizado el polvo obtenido como abono.

Esta acusación fue incluso retomada por los soviéticos desde la audiencia del 19 de febrero de 1946. Tomando la palabra el coronel Smirnov declara:


TMI, VII, 587

Quiero ahora pasar al informe sobre Auschwitz, que el Tribunal encontrará en la página 353 del libro de documentos. Les pido que se fijen al mismo tiempo en el álbum de Auschwitz, en las páginas 34, 35 y 36, donde se ve las fotos de 7.000 kilos de cabellos de mujeres destinados a ser enviados a Alemania. Leo:

"A partir de 1943, los alemanes comenzaron el tratamiento industrial de huesos completamente incinerados. Comenzaron a triturar los huesos y a venderlos a la firma Strehm para la producción de superfosfatos. Se han encontrado hojas de ruta llevando en el membrete la firma Strehm de 112 toneladas 600 kilogramos de polvo de huesos humanos. Se ha igualmente utilizado para fines industriales cabellos cortados a mujeres designadas para el exterminio."

Entretanto, el principal método al cual habían recurrido los criminales fascistas para camuflar sus crímenes era la incineración de los cuerpos. Las cenizas de los cuerpos incinerados eran esparcidas en los campos, los huesos que no eran completamente quemados eran triturados con la ayuda de maquinas especiales y mezclados con estiércol para hacer abono. En los campos importantes, estos huesos triturados eran vendidos a fabricas alemanas para servir a la producción de superfosfatos.

Los magistrados de Nuremberg creyeron estas alegaciones estúpidas y, en su juicio, escribieron que, bajo Hitler: "Las cenizas provenientes de la incineración [ de las víctimas de los campos] eran utilizadas como abono" (Industrial, 265).

Piel humana tratada químicamente y curtida con vistas a confeccionar diversos objetos

(TMI, VI, 323-324)

Además de la grasa y los huesos, la piel humana habría sido muy codiciada por los nazis. Lo que les habría servido para hacer pantallas, guantes, bolsos de mano, etc.

El 29 de enero de 1946, el procurador general francés adjunto, Charles Dubost, interrogó al testigo de la acusación Alfred Balachowsky, ruso naturalizado francés en 1932. He aquí lo que se pudo escuchar en el recinto del tribunal:

M. DUBOST: Pienso que la declaración de este segundo testigo esclarecerá definitivamente al tribunal, cuales fueron las tentativas hechas por la Defensa para inducirnos a error.

(Al testigo). ¿Ha tenido Vd. conocimiento del destino de los hombres tatuados?

DR. BALACHOWSKY: Perfectamente.

M. DUBOST: ¿Puede Vd. decirnos lo que sabe?

DR. BALACHOWSKY: Las pieles humanas tatuadas eran almacenadas en el bloque 2, que se llamaba en Buchenwald, la patología.

M. DUBOST: había muchas pieles humanas tatuadas en el bloque 2?

DR. BALACHOWSKY: Había siempre pieles humanas tatuadas en el bloque 2, no puedo decir si había muchas porque iban y venían; por otra parte, no había sólo pieles humanas tatuadas; había pieles humanas curtidas simplemente que no estaban tatuadas.

M. DUBOST: ¿Se había pues despellejado a humanos?

DR. BALACHOWSKY: Se había tomado la piel y se la había curtido.

M. DUBOST: Continúe su testimonio en este punto.

DR. BALACHOWSKY: He visto a SS salir del bloque 2, patología, con pieles curtidas bajo el brazo. Sé por mis camaradas que trabajaban en el bloque 2 de la patología, que había pedidos de pieles y las pieles curtidas eran entregadas como regalo a ciertos guardias y a ciertos visitantes que las utilizaban para encuadernar libros.

M. DUBOST: Se nos ha dicho que Koch, que era el jefe en esta época allí, había sido castigado por este uso.

DR. BALACHOWSKY: No tengo pruebas del asunto Koch, que pasó anteriormente a mi estancia en el campo.

M. DUBOST: Por consiguiente, ¿incluso después de su marcha había pieles tatuadas o curtidas?

DR. BALACHOWSKY: Había pieles curtidas y tatuadas permanentemente, puesto que cuando los americanos liberaron el campo, encontraron aun en el campo del bloque 2 pieles tatuadas y curtidas, el 11 de abril de 1945.

M. DUBOST: ¿Dónde eran curtidas estas pieles?

DR. BALACHOWSKY: estas pieles eran curtidas en el bloque 2 y puede ser también que en los edificios del crematorio que no está muy lejos del bloque 2.

M. DUBOST: ¿Es pues, según su testimonio, un uso constante que era perseguido incluso después de la ejecución de Koch?

DR. BALACHOWSKY: Perfectamente. Este uso se ha perpetuado, yo no sé en que proporciones.

M. DUBOST: ¿Ha sido Vd. testigo de visitas hechas al campo por personalidades alemanas, y cuales eran estas personalidades?

DR. BALACHOWSKY: Yo le puedo repetir alguna cosa a propósito de Dora, en lo que concierne a las visitas.

M. DUBOST: Le pido perdón, me queda una cosa que preguntarle en el asunto de las pieles. ¿Estaba Vd. al corriente de la condena de Koch?

DR. BALACHOWSKY: Estaba al corriente de la condena de Koch por los rumores y testimonios que pude escuchar por la parte de mis viejos camaradas que se encontraban en el campo, pero, personalmente, no tengo ninguna prueba de este asunto.

M. DUBOST: Poco importa; me basta saber que incluso después de su condena había siempre pieles tatuadas y curtidas.

DR. BALACHOWSKY: Perfectamente.

Pantallas y otros ornamentos de interior en piel humana
Algunas semanas antes, el 13 de diciembre de 1945, el abogado general americano Thomas J. Dodd había leído el testimonio siguiente, proveniente de un antiguo prisionero en Buchenwald:

TMI, III, 521

Los internos tatuados eran particularmente destinados a esta clase de mutilación. He presentado estos objetos como prueba bajo la marca USA-252 son acompañados de un extracto del informe oficial del Ejercito americano que describe las circunstancias en las cuales este documento ha sido obtenido; este extracto figura en el documento PS-3240 al cual me refiero en parte; lleva por titulo:

- Comisión militar de Instrucción a los ejércitos n.º 2

- Boletín de información sobre los prisioneros de guerra (PWIB)

- 13.- Campo de concentración de Buchenwald.

- Preámbulo.- El autor de esta declaración es el prisionero de guerra Andreas Pfaffenberger, 1 Coy, 9 Landesschutzen Bn, edad 43 años y poco instruido, carnicero de su ciudad.

"En 1939 se ordena a todos los prisioneros que tengan tatuajes se presenten en la enfermería. Nadie sabía porqué, pero después de haber sido examinados, los que tenían los más bellos tatuajes fueron llevados a la enfermería y Karl Beigs, un detenido condenado por derecho común, les administró inyecciones letales. Los cuerpos fueron a continuación enviados a la sección de patología, donde se les quita las partes tatuadas para tratarlas del modo deseado. El resultado obtenido fue enviado a la esposa del SS Standartenführer Koch que hizo de ellas pantallas y otros ornamentos de interior. Yo mismo he visto pieles tatuadas con dibujos y leyendas como "Hansel y Gretel", que un prisionero tenía sobre su rodilla, y barcos, que los prisioneros tenían en el pecho. Wernerbach era el nombre del prisionero que hacía este trabajo."

Sillas y pantalones de montar, guantes, pantuflas y bolsos de mano en piel humana

Por otra parte, Franz Blaha, antiguo internado checo en el campo de Dachau, había declarado:


TMI, V, 173-174

9. Era de uso corriente retirar la piel de los muertos. Se me dieron varias maneras en orden a hacerlo. Los doctores Rascher y Wolter, en particular, reclamaban la piel proveniente de la espalda y del pecho humanos. Esta piel era tratada químicamente y secada al sol, haciéndose sillas, pantalones de montar, guantes, pantuflas y bolsos de mano para las señoras. Las pieles tatuadas eran particularmente apreciadas por las SS. Rusos, polacos y otros internados eran utilizados de esta manera. Pero estaba prohibido tomar la piel de un alemán. Esta piel debía provenir de internados perfectamente sanos y sin ningún defecto.

"Algunas veces carecíamos de cadáveres con la piel intacta y Rascher decía entonces: "Muy bien, tendréis los cadáveres!" Al día siguiente recibíamos de veinte a treinta cadáveres de individuos jóvenes. Se les había dado muerte con una bala en el cuello o golpeándoles en la cabeza a fin de no dañar su piel. Teníamos también, frecuentemente, demandas de cráneos o esqueletos de internados. En este caso hacíamos hervir las cabezas o los cadáveres enteros. Después las carnes blandas eran separadas, los huesos blanqueados y secados y el esqueleto era reconstruido. Para los cráneos, era exigida una dentadura en buen estado. Cuando recibíamos un pedido de cráneos de Oraniemburgo, los hombres de las SS decían entonces" "Vamos a tratar de suministrárselos con buenos dientes". Así que era peligroso tener la piel o la dentadura en buen estado.

Comercio de guantes y de libros de bolsillo en piel humana

Según del testimonio de un cierto Anton Pacholegg, fechado el 13 de mayo de 1945 y clasificado en Nuremberg bajo la signatura PS-2428, algunos alemanes se habían dedicado al comercio de guantes y libros de bolsillo en piel humana:


TMI, XXX, 355

Traducción del pasaje señalado (es el "testigo" el que habla):

"Yo robé en la caja fuerte [la del Dr. Rascher] y me llevé todos los recibos firmados después de la venta por Rascher de guantes y libros de bolsillo, es decir, guantes y libros de bolsillo hechos de piel humana".

En su juicio, los magistrados no se atrevieron a hacer suyas estas alegaciones demenciales concernientes al supuestamente empleo de piel humana para confeccionar diversos objetos ( y hoy ningún historiador serio se atreve a hablar de ello...). Sin embargo, ni A. Balachowsky ni F. Blaha fueron perseguidos por falso testimonio.


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