lunes, 21 de abril de 2014

Lo que no interesa saber del HOMBRE



El verdadero Hitler, contrariamente al monstruo loco de los medios de información, era un hombre muy talentoso y que había leído muchísimo y poseía una memoria fenomenal, una comprensión extremadamente rápida de lo esencial,una fuerza de voluntad colosal, junto con, por supuesto, el hecho de ser el orador más eficaz que el mundo haya conocido alguna vez, todo esto al servicio de una causa a la cual él se entregó completamente. Él era también un anfitrión encantador,un amigo y colega considerado y leal, amable con los animales, muy apreciador delas bellezas de la Naturaleza, y sencillo en su estilo de vida personal.

Habiéndose imbuído en su adolescencia con un intenso sentido de su misión como el líder liberador de su pueblo en el futuro, él conoció la pobreza como un hombre joven entre los desempleados de Viena, y el peligro y las privaciones en las trincheras de primera línea como un soldado, antes de integrarse al diminuto cuerpo político que bajo su dirección iba a convertirse en el NSDAP que ganó el poder. Noche tras noche sus cautivadoras palabras llevaban a sus pies a los ovacion antes auditorios de una nación derrotada y desmoralizada, con una esperanza y una determinación recién nacidas. Su inspiración vocal y visual, más el abundante esfuerzo de sus seguidores entusiastas y laboriosos, constituyeron los instrumentos del éxito nacionalsocialista, no las míticas bolsas de dinero del gran empresariado,como los opositores tratan de sugerir para justificar su propia inferioridad encarisma, ardor y esfuerzo. Como se solía decir en aquellos días, con respecto al último de estos tres factores, las luces siempre se apagaban más tarde por la noche en las oficinas del partido de Hitler que en las de cualquier otro. Nunca en toda la Historia ha sido un hombre tan vilipendiado como aquel cuyo centenario de su nacimiento ocurrió el 20 de Abril de 1889. Según los medios de comunicación de la democracia de hoy, él era un monstruo absoluto, una desquiciada encarnación del mal. Sin embargo, el mismo hecho de que él sea presentado como tan absolutamente malvado, con nada en absoluto a su favor,debería provocar la sospecha en cualquiera que no sea un completo idiota o algún partidista cegado por el prejuicio.
Nuestra tesis no es y no tiene que ser que Adolf Hitler era absolutamente perfecto y que nunca cometió un solo error, pues la perfección, la perfección absoluta, es una abstracción irrelevante que no pertenece a este mundo.Lo que precisamente decimos aquí es que, tomando todo en cuenta, el hombre y su movimiento en defensa de nuestra raza fue lo más cercano a la perfección que este mundo haya visto alguna vez hasta ahora, y eso es suficiente para nosotros. Lo proclamamos a él como correcto, porque donde se diceque él se ha equivocado ha sido, en nuestra consideración, tan exageradamente empequeñecido que justamente lo opuesto es lo verdadero. Dado que sólo tuvo seis breves años de paz, él, su partido y su pueblo al unísono forjaron un virtual milagro en aquel breve lapso. ¡Nunca en ninguna parte de la Historia se había hecho tanto por la supervivencia y renacimiento.Hitler tenía razón en su oposición al destructivo juego de la democracia queexiste para engañar y explotar a la gente que pretende representar, y en su creencia,en cambio, en la personalidad y el liderazgo y en la unidad. En tal fusionamiento dela gente como él lo logró, ¿dónde queda la necesidad de partidos aparte del suyo?.Sólo una pequeña minoría permaneció contra él después de 1933, aunque los medios extranjeros de comunicación hostiles se concentraron en ese fragmento del descontento y no en el apoyo casi total que él recibió. Hitler tenía razón en sostener y asegurarse de que cada hombre en la comunidad del pueblo debería tener un empleo productivo para ventaja tanto de él como de la comunidad. Cuando él subió al poder, no menos de 6.014.000 estaban desempleados, pero hacia 1938 sólo 338.000 permanecían desempleados, siendo conseguida la enorme mayoría de esta reducción antes de cualquier rearme significativo, al contrario de lo que sostiene la propaganda hostil.Hitler tenía razón en creer en una amplia asistencia social para todos los miembros de la comunidad del pueblo. La organización del NSDAP, Fuerza mediante la Alegría había posibilitado hacia 1938 que más de 22 millones de personas visitaran teatros, más de 18 millones asistieran a presentaciones de películas, más de 6 millones asistieran a conciertos, más de 3 millones asistieran a exposiciones de fábricas, y no menos de 50 millones participaran en eventos culturales. La organización tenía 230 establecimientos para la educación popular, y mediante ello fueron organizados 62.000 eventos educativos, a los que asistieron 10 millones de personas. Hacia 1938, 490.000 personas habían participado en crucerosde mar, y 19 millones lo habían hecho en excursiones de tierra. Veintiún milloneshabían participado en eventos deportivos. Todo esto en un momento en que las democracias dejaron pudriéndose a millones de desempleados, y donde aquellos queestaban empleados no recibieron nada ni remotamente comparable a tal bienestar. El automóvil más vendido en la Historia más de 15 millones del "Escarabajo" Volkswagen en más de 30 países
resultó de un proyecto de Hitler de un automóvil para el pueblo, un pequeño coche barato para el hombre corriente. Relacionado con esto, su programa de construcción de autopistas precedió al británico por décadas.

Hitler se oponia a todo esto

¿qué clase de mundo ofrecian los vencedores de 1945 ? Toma buena nota, desde hace más de 7 décadas, han tenido la oportunidad de mostrarnos su mundo sin Hitler. ¿Qué clase de mundo es? Para empezar, nos han dado una serie interminable de conflictos,desde las guerras de Corea y Vietnam hasta el actual derramamiento de sangre en Irak y Afganistán, en la que un sinnúmero de decenas de miles de vidas se han perdido sin motivo. También nos dieron la Guerra Fría, por supuesto, con su enorme gasto y el despilfarro de recursos, para el que todavía estamos pagando.

Nos dieron un mundo de enormes deudas, el consumismo carrera de ratas, la auto-fijación, la devastación del medio ambiente, la contaminación y la mezcla de razas.Ellos alteraron la demografía nacional y nos introdujo a las alegrías de la integración, la discriminación positiva, las cuotas de las minorías, la capacitación de la sensibilidad. Nos dieron la permisividad, las drogas, MTV y el suicidio adolescente. Nos dieron el sexo "seguro" y la inseguridad de las calles y el control de armas. Nos dieron rock 'n' roll y centros de violación de asesoramiento. Nos dieron "estilos de vida alternativos," la sodomía, el SIDA, la suciedad, la perversión, el caos, el crimen, la corrupción, el embrutecimiento y la locura de todo tipo.
Este es el tipo de mundo que los vencedores militares de la Segunda Guerra Mundial nos han dado!

De ninguna manera podemos culpar a Hitler de este mundo. Fue absolutamente opuesto a todo esto, y él luchó y sacrificó todo para evitar precisamente ese mundo.

Pero los vencedores de 1945 lucharon para destruir a este hombre, para que puedan llevar a cabo su mundo que es lo que tenemos ahora, esto es lo que crearon en la Segunda Guerra Mundial, y por ello deben rendir cuentas.En 1959 hubo un hombre que tuvo el coraje de reconocer este hecho, un hombre que se dio cuenta de que habíamos luchado en el lado equivocado contra Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Su nombre era George Lincoln Rockwell . Él era un ex oficial de la Marina decorado. Y exactamente 40 años después del Führer planteó por primera vez, era necesario elevar el nivel de nuevo de Hitler que es un ejemplo para todos nosotros.

Aunque una fase militar de la lucha nacional-socialista en 1945, la guerra declarada por los judíos del mundo contra Hitler en 1933 no ha llegado a su fin. Hoy este enemigo en la búsqueda patológica de sus diseños mesiánicos continúa la guerra contra el líder.
Y así la lucha se une, esta vez tenemos la oportunidad de estar en el lado bueno de esta guerra en curso y en vez de luchar contra Hitler, ahora podemos luchar con él y para su Nuevo Orden, no hay mayor honor o privilegio que uno puede tener que luchar por su ideal...

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