martes, 8 de abril de 2014
Las democracias prohibieron el nacionalsocialismo y cualquier reminiscencia ideológica afín en casi toda Europa; de hecho no se pueden publicar bibliografías, esvásticas y otros símbolos sin riesgo de cometer falta o delito punible, durante esa estafa internacional que fueron los Juicios de Nuremberg, las potencias vencedoras nos enseñaron un tribunal para juzgar a los vencidos. Se acusó a 611 personas, integrantes de las diversas instituciones del Tercer Reich, de cinco delitos: complot, crímenes de guerra, crimen contra la humanidad, crímenes contra la paz y genocidio. 24 de los principales jerarcas nacionalsocialistas apresados y condenados a la horca o a largas penas de prisión; otros murieron sospechosamente en los meses que siguieron a la caída de Berlín, en la actualidad le joda a quien le joda la figura de Hitler y el nacionalsocialismo, su personalidad y hechos son objeto de estudios de toda índole y es constantemente analizada por autores nada sospechosos de ser colaboracionistas nazis ni apologistas.
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